Contraindicaciones de estos medicamentos – En términos generales, el naproxeno presenta un menor riesgo cardiovascular que el ibuprofeno, por tanto, será la primera opción para pacientes con alguna alteración vascular como la hipertensión; mientras que el ibuprofeno provoca menos molestias gastrointestinales.
- Según datos publicados, el ibuprofeno presentaría un mejor perfil de seguridad sobre los efectos gastrointestinales y naproxeno presentaría un mejor perfil de seguridad frente a los efectos cardiovasculares», asegura Perelló.
- Según Dorado los AINE (grupo al que pertenecen tanto el naproxeno como el ibuprofeno) están contraindicados «en caso de hipersensibilidad o alergia a alguno de ellos o de sus excipientes, antecedentes gastrointestinales como hemorragia gastrointestinal, úlcera péptica o colitis ulcerosa, insuficiencia cardíaca, insuficiencia hepática grave o insuficiencia renal grave».
Además, según Perelló, tampoco deben tomar estos medicamentos los pacientes que presenten deshidratación grave ni embarazadas en el tercer trimestre de la gestación. Desde el Micof coinciden en que las lesiones gástricas, cardiovasculares y renales son las reacciones adversas más habituales cuando se trata de este tipo de medicamentos, aunque también pueden ser responsables de muchas más, incluyendo importantes reacciones de hipersensibilidad.
«Por este motivo y a menos que sean prescritos por un médico, estos fármacos están contraindicados en mayores de 65 años, pacientes con úlcera gástrica y/o duodenal, insuficiencia cardiaca, enfermedades renales o hipertensión. Tampoco se recomiendan en embarazadas, lactantes y pacientes que tengan prescritos anticoagulantes orales o antiagregantes; su asociación incrementa considerablemente el riesgo de aparición de reacciones adversas», declaran los farmacéuticos valencianos.
En cualquier caso, desde el Icofcs resaltan que tanto los pacientes que tomen ibuprofeno como naproxeno «no se deben exceder las dosis diarias pautadas y el medicamento debe tomarse junto con las comidas o inmediatamente después de ellas, para minimizar los efectos secundarios gastrointestinales».
¿Qué hace más daño el naproxeno o el ibuprofeno?
«Por su perfil de efectos secundarios y por la administración de las dosis totales que se pueden dar a lo largo del día», afirma. Teniendo en cuenta riesgos adversos, el naproxeno resulta « más lesivo para cuestiones gastrointestinales, mientras que el ibuprofeno lo es para temas cardiovasculares».
¿Qué organos afecta el naproxeno?
Dirección de esta página: https://medlineplus.gov/spanish/druginfo/meds/a681029-es.html Las personas que toman medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) (distintos de la aspirina) como naproxeno, pueden tener un riesgo más alto de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral que las personas que no toman estos medicamentos.
- Estos eventos pueden ocurrir sin previo aviso, y pueden causar la muerte.
- Estos problemas pueden desarrollarse en cualquier momento del tratamiento, pero el riesgo puede ser mayor para las personas que toman AINE durante mucho tiempo, o toman dosis más altas.
- No use un AINE como naproxeno si sufrió un ataque cardíaco recientemente, a menos que se lo indique su médico.
Informe a su médico si usted o alguien de su familia tiene o alguna vez ha tenido enfermedad cardíaca, ataque cardíaco o derrame cerebral, si usted fuma y si tiene o alguna vez ha tenido colesterol alto, presión arterial alta o diabetes. Busque ayuda médica de emergencia inmediatamente si experimenta cualquiera de los síntomas siguientes: dolor de pecho, dificultad para respirar, debilidad en una parte o lado del cuerpo o dificultad para hablar.
Si se someterá a un injerto de derivación de la arteria coronaria (CABG, coronary artery bypass graft; un tipo de cirugía del corazón), no debería tomar naproxeno justo antes o justo después de la cirugía. Los AINE como el naproxeno pueden provocar úlceras, hemorragias o perforaciones en el esófago (conducto entre la boca y el estómago), el estómago o el intestino.
Estos problemas pueden desarrollarse en cualquier momento durante el tratamiento, pueden ocurrir sin síntomas de advertencia y podrían causar la muerte. El riesgo puede ser mayor para las personas que toman AINE durante mucho tiempo o en dosis más elevadas, que tienen una edad avanzada, su salud es precaria, que fuman o que beben grandes cantidades de alcohol mientras toman naproxeno.
Informe a su médico si toma alguno de los siguientes medicamentos: anticoagulantes (»diluyentes de la sangre») como warfarina (Coumadin, Jantoven); aspirina; otros AINE como ibuprofeno (Advil, Motrin) y ketoprofeno; esteroides orales como dexametasona, metilprednisolona (Medrol) y prednisona (Rayos); analgésicos de salicilato como diflunisal, salicilato de magnesio (Doan’s, otros) y salsalato; inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como citalopram (Celexa), fluoxetina (Prozac, en Symbyax), fluvoxamina (Luvox), paroxetina (Brisdelle, Paxil, Pexeva) y sertralina (Zoloft); o inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN) como desvenlafaxina (Pristiq), duloxetina (Cymbalta) y venlafaxina (Effexor XR).
Informe también a su médico si tiene o ha tenido úlceras, hemorragias en el estómago o los intestinos, otros trastornos hemorrágicos o enfermedad del hígado. Si experimenta alguno de los siguientes síntomas, deje de tomar naproxeno y llame a su médico: dolor de estómago, acidez estomacal, vómitos con sangre o con aspecto de café molido, sangre en las heces o heces negras y alquitranadas.
- Asista a todas las citas con su médico y a las de laboratorio.
- Su médico supervisará atentamente sus síntomas y probablemente ordenará algunas pruebas para verificar la respuesta de su cuerpo al naproxeno.
- Asegúrese de informarle a su médico cómo se siente de manera que pueda recetarle la cantidad correcta de medicamento para tratar su afección con el menor riesgo de efectos secundarios graves.
Su médico o farmacéutico le dará la hoja de información del fabricante para el paciente (Guía del medicamento) cuando inicie el tratamiento con naproxeno recetado, y cada vez que vuelva a surtir su receta médica. Lea la información atentamente y si tiene alguna duda, pregunte a su médico o farmacéutico.
- También puede visitar el sitio web de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, Food and Drug Administration) ( http://www.fda.gov/Drugs/DrugSafety/ucm085729.htm ) o el sitio web del fabricante para obtener la Guía del medicamento.
- El naproxeno recetado se utiliza para aliviar el dolor, la sensibilidad, la hinchazón y la rigidez causados por la osteoartritis (artritis causada por la descomposición del revestimiento de las articulaciones), artritis reumatoide (artritis causada por la inflamación del revestimiento de las articulaciones), la artritis juvenil (una forma de enfermedad articular en los niños) y espondilitis anquilosante (artritis que afecta principalmente la columna vertebral).
Las tabletas, las tabletas de liberación prolongada y la suspensión de naproxeno con receta médica también se usan para aliviar el dolor de hombro causado por la bursitis (inflamación de un saco lleno de líquido en la articulación del hombro), tendinitis (inflamación del tejido que conecta el músculo con el hueso), artritis gotosa (ataques de dolor articular causados por la acumulación de ciertas sustancias en las articulaciones) y dolor por otras causas, incluido el dolor menstrual (dolor que se produce antes o durante un periodo menstrual).
El naproxeno de venta libre se usa para reducir la fiebre y aliviar los dolores leves por cefaleas, dolores musculares, artritis, periodos menstruales, resfriado común; dolor de muelas y dolor de espalda. El naproxeno pertenece a una clase de medicamentos llamados AINE. Su acción consiste en detener la producción del cuerpo de una sustancia que causa dolor, fiebre e inflamación.
La presentación del naproxeno de venta con receta es en tabletas regulares, tabletas de liberación retardada (una tabletas que libera el medicamento en el intestino para evitar daños en el estómago), tabletas de liberación prolongada (de acción prolongada) y suspensión (líquido) para tomar por vía oral.
- Las tabletas de liberación prolongada generalmente se toman una vez al día.
- Las tabletas, las tabletas de liberación retardada y la suspensión suelen tomarse dos veces al día para la artritis.
- Las tabletas y la suspensión suelen tomarse cada 8 horas en el caso de la gota, y cada 6 u 8 horas según sea necesario para el dolor.
Si está tomando naproxeno con regularidad, debe tomarlo a la(s) misma(s) hora(s) todos los días. La presentación del naproxeno de venta libre es en tabletas, cápsulas y cápsulas de gel para tomar por vía oral. Por lo general, se toma con un vaso lleno de agua cada 8 o 12 horas, según sea necesario.
- El naproxeno de venta libre se puede tomar con alimentos o leche para evitar las náuseas.
- Siga atentamente las instrucciones que se encuentran en la etiqueta del paquete o en la receta médica, y pida a su médico o farmacéutico que le explique cualquier parte que no comprenda.
- Tome el naproxeno exactamente como se lo indicaron.
No tome una cantidad mayor o menor del medicamento, ni lo tome con más frecuencia de lo que indica la receta de su médico o que se describe en el paquete. Si está tomando la suspensión, agítela bien antes de cada uso para mezclar el medicamento de manera uniforme.
- Use una jeringa oral o un vaso medidor proporcionado por su farmacéutico para medir la cantidad correcta de líquido necesaria para su dosis.
- Trague las tabletas de liberación retardada y las tabletas de liberación prolongada enteras; no las parta, mastique ni triture.
- Si está tomando naproxeno para aliviar los síntomas de la artritis, sus síntomas pueden empezar a mejorar en una semana.
Pueden pasar 2 semanas o más para que sienta el beneficio total de la medicación. Deje de tomar el naproxeno de venta libre y llame a su médico si los síntomas empeoran, si se presentan síntomas nuevos o inesperados, si la parte de su cuerpo que estaba dolorida se enrojece o inflama, si el dolor dura más de 10 días o si la fiebre persiste por más de 3 días.
El naproxeno también se usa a veces para tratar la enfermedad ósea de Paget (una afección en la que los huesos se vuelven anormalmente gruesos, frágiles y deformes) y el síndrome de Bartter (una afección en la que el cuerpo no absorbe suficiente potasio, lo que provoca calambres y debilidad muscular, así como otros síntomas).
Hable con su médico acerca de los riesgos de usar este medicamento para tratar su afección. A veces se receta este medicamento para otros usos; pídales más información a su médico o a su farmacéutico.
¿Qué analgésico hace menos daño al higado?
INFORMACIÓN AL PACIENTE Sección coordinada por: V.F. Moreira y E. Garrido Servicio de Gastroenterología. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid Paracetamol e hígado Acetaminophen and the liver El paracetamol es un medicamento muy popular, con propiedades contra el dolor y la fiebre, que puede conseguirse en las farmacias sin receta médica.
El paracetamol es eficaz y seguro a las dosis terapéuticas recomendadas siempre que se observen algunas precauciones, pero al mismo tiempo, pertenece a un grupo de fármacos (muy reducido hoy en día) que al ser consumidos a dosis mayores de las que se recomiendan, pueden ser tóxicos para el hígado. Esto ocurre tanto en personas sanas como en pacientes con alguna enfermedad de base y se debe a que durante el proceso de transformación del paracetamol en el hígado, se producen sustancias tóxicas (metabolitos tóxicos) en pequeña cantidad (si la dosis fue pequeña), que permite que los sistemas defensivos del propio hígado las neutralicen.
En cambio, cuando se consume el paracetamol a dosis demasiado altas, se produce también una gran cantidad de sustancias tóxicas que el hígado no puede depurar, produciéndose así el daño en el propio hígado. ENFERMEDAD HEPÁTICA Y PARACETAMOL Debido al importantísimo papel que juega el hígado en la transformación de los medicamentos y otros compuestos químicos, como por ejemplo el alcohol, una cuestión esencial es si un hígado enfermo sería más sensible a la toxicidad por medicamentos.
Esta circunstancia se convierte en un problema común con algunas enfermedades como la hepatitis crónica (por virus B y C de la hepatitis) o la cirrosis hepática, dado que su carácter crónico hace posible y frecuente que puedan convivir con otras dolencias de distinta índole susceptibles de requerir medicamentos (contra el dolor, o para combatir la fiebre, por ejemplo), y deriva en una preocupación constante acerca del posible incremento del riesgo de toxicidad hepática secundaria al consumo de medicamentos.
De hecho, una pregunta reiterada al médico por parte del paciente con hepatitis crónica es si cada nuevo medicamento prescrito será bien tolerado por el hígado o podrá agravar, en cambio, la lesión hepática. La respuesta a esa pregunta es que, salvo en muy contadas excepciones, el paciente con enfermedad hepática crónica no tiene un riesgo mayor que un paciente con el hígado sano de sufrir toxicidad hepática cuando toma medicamentos.
El paracetamol es un medicamento del que se tiene una amplia experiencia de uso, siendo utilizado con frecuencia tanto en pacientes hospitalizados como ambulatorios. Como hemos comentado al principio, si se consume a las dosis recomendadas es un medicamento muy seguro, pero si se consume a dosis elevadas, puede ser dañino para el hígado.
A pesar de ello, y muy al contrario de lo que podría pensarse, el paracetamol es el analgésico-antitérmico más seguro para los pacientes con enfermedad hepática siempre que se tome a las dosis adecuadas. Esto es así porque mientras se conserva la capacidad funcional del hígado (como ocurre en la mayoría de los pacientes con hepatitis crónica) el metabolismo del paracetamol permanece inalterado.
- Pero incluso en la cirrosis, las vías de metabolismo del paracetamol no se alteran hasta que la enfermedad se encuentre en fase muy avanzada.
- No obstante, en estos casos la prudencia recomienda reducir la dosis diaria máxima segura, que es 4 gramos, a una dosis de 2-3 gramos.
- En cambio, en pacientes con daño hepático que consumen alcohol activamente y/o se encuentran desnutridos, es muy probable que la vía que neutraliza estos metabolitos tóxicos sea defectuosa, por lo que en estos casos, se recomienda no superar los 2 gramos diarios de paracetamol.
Esta última precaución no sería necesaria en pacientes con daño hepático crónico que haya sido provocado por el abuso de alcohol, pe-ro que actualmente presenten un buen estado nutricional y abstinencia prolongada. Otros medicamentos contra el dolor y la fiebre, como el ácido acetilsalicílico (aspirina) y los antiinflamatorios, por sus efectos a nivel sanguíneo y renal, no son adecuados para el control del dolor o la fiebre en el paciente con cirrosis hepática y deben utilizarse con precaución y por periodos cortos de tiempo en pacientes con hepatitis crónica.
¿Cuántas veces se puede tomar naproxeno?
Presentaciones y dosis La dosis recomendada de Naproxeno sódico dependerá de la afección a tratar y de la edad del paciente. Generalmente, la dosificación para adultos es de 550 mg cada 12 horas, sin llegar a superar los 1500 mg al día.
¿Qué es peor para el hígado el paracetamol o el ibuprofeno?
5. Creer que el ibuprofeno ataca al hígado – El mito de que el ibuprofeno es nocivo a nivel hepático es frecuente, pero lo cierto es que es bastante inocuo para este órgano, al menos comparado con el paracetamol. Por eso se recomienda a personas con problemas hepáticos en lugar del paracetamol, aunque siempre con mesura.