Post-Operatorio: Retiro de las Muelas del Juicio El cuidado de su boca es muy importante para una curación apropiada. Las instrucciones siguientes acelerarán el proceso de curación y reducirán el dolor, la hinchazón y el sangrado. Es muy importante que evite fumar por un mínimo de 5 días.
- Fumar aumentará su sangrado; la nicotina y el alquitrán en el tabaco afectan la curación y pueden causar alveolitis seca.
- No haga actividad física vigorosa por una semana después de su cirugía, a menos que le hayamos indicado lo contrario.
- La actividad física aumenta su presión arterial, lo que causará un aumento en su hinchazón, dolor, y sangrado.
Usted puede aumentar gradualmente su actividad, tal como trotar o jugar tenis, después de una semana. La hinchazón es normal después de cirugía y puede ser una causa de malestar. Usted debe aplicar una bolsa de hielo al área por 20 minutos, cada 20 minutos durante las primeras 24 horas; ésto ayudará a minimizar la hinchazón.
La hinchazón tiende a alcanzar su punto más alto en las 48 horas posteriores a la cirugía. Al descansar adopte una postura semi-vertical con su cabeza elevada sobre su corazón. Usted irá a casa con paquetes de gasa en su boca, pero necesitará cambiarlos una vez que usted llegue a su hogar, cada 15–30 minutos hasta que el sangrado disminuya o baje.
Usted debe poner los paquetes de gasa proporcionados, directamente sobre los sitios de la cirugía. Si el sangrado continúa o es excesivo, ponga una bolsita de té negro, no-herbario, sobre los sitios quirúrgicos y muerda firmemente durante 45 minutos a una hora, con presión constante.
Repita si es necesario. Puede tener un poco de rezuma o saliva rosada durante los próximos días. Planee descansar por el resto del día después de la cirugía. Usted no debe conducir, operar maquinaria pesada o peligrosa, ni firmar ningún documento jurídico por lo menos las 24 horas siguientes a la anestesia general.
Tome el analgésico prescrito antes de que el entumecimiento comience a ceder, asegurándose de que usted haya comido antes. Si usted presenta síntomas de urticaria o erupción debido a cualquiera de los medicamentos, interrúmpalos y llame nuestra oficina.
Comenzando el día previo a su cirugía, usted debe tomar de 2–3 tabletas de 200 mg de Advil ® o ibuprofen, continuando después de la cirugía, tomándolo entre cada dosis del analgésico prescrito, por 3–4 días. Recuerde, los narcóticos para el dolor pueden afectar su juicio y sus reflejos. Tome sus antibióticos prescritos y continúe haciéndolo hasta que se terminen.
Si usted se siente con nauseas, beba pequeñas porciones de bebidas carbonatadas como 7Up ® o ginger-ale, cada hora por 3 o 4 horas. Esto generalmente eliminará su náusea. Las comidas blandas como galletas saladas, té, caldo claro, gelatina, puré de manzanas, o pan tostado sin mantequilla, también puede ayudar a eliminar la náusea.
- Evite la leche y todo los productos lácteos mientras la náusea esté presente.
- Si usted está tomando narcóticos, puede también tomar la mitad de la dosis o partir la píldora por la mitad.
- Comenzando el día después de la cirugía, cepíllese sus dientes dos veces al día, haciéndolo inicialmente de manera suave, alrededor de los sitios quirúrgicos.
Usted también debe comenzar los enjuagues bucales de agua tibia salada. Enjuague de 3–4 veces al día por los próximos 7–10 días. Disuelva 1 cucharadita de sal con 8 onzas de agua tibia. Usted también puede comenzar a utilizar calor en vez del hielo — lo que se sienta mejor.
Aplíquelo al exterior de su cara sobre los sitios quirúrgicos por 20 minutos, cada 20 minutos. La rigidez del músculo puede limitarle el abrir su boca. Es importante que usted continúe masticando comidas más suaves para ejercitar estos músculos. Usted puede comenzar a experimentar un ligero dolor de oídos, garganta, temperatura elevada, o síntomas de influenza el día después de la cirugía, así como en la primera semana.
La hinchazón, el malestar, y posiblemente moretones alcanzan su punto más alto al tercer o cuarto día después de la cirugía y mejorarán gradualmente. Es fundamental mantener poca actividad física, así como no permanecer de pié. La rigidez del músculo puede limitarle el abrir su boca.
Evite escupir o beber con una pajilla durante los primeros 3 días después de la cirugía. Es muy importante no fumar por 5–7 días después de la cirugía. Fumar aumentará su dolor y retrasará la curación. Es difícil controlar el dolor de una herida, causada por el uso de los productos de tabaco. La alveolitis seca se define como la pérdida de un coágulo de sangre, y da como resultado la exposición del hueso y puede ser doloroso, generalmente en el cuarto o quinto día después de la cirugía.
Llame a la oficina si usted piensa que usted tiene alveolitis seca. La proteína es necesaria para la adecuada producción del tejido y curación; por lo tanto, sugerimos una dieta suave de alto valor proteico, incluyendo alimentos tales como huevos revueltos.
- Aumente su ingesta de líquidos a por lo menos cuatro vasos de 8 onzas por día, pero no utilice pajilla.
- A veces es recomendable, pero no obligatorio, limitar el alimento del primer día a líquidos suaves o a comidas hechas puré, como pudín, yogur, puré de manzana, o batidos de leche.
- Aumente gradualmente su dieta a comidas sólidas.
También aconsejamos que usted evite las comidas picantes y ácidas tales como frutas cítricas por varios días después de su cirugía, ya que pueden causar punzadas en los sitios quirúrgicos. No omita ningún alimento ¡Este no es el momento para hacer una dieta! Si usted se alimenta regularmente, se sentirá mejor, ganará fuerza, y tendrá menos malestar, y ésto ayudará al proceso de curación.
- Comience el uso de la jeringa de irrigación una semana después de la cirugía.
- Limpie suavemente los alveolos, de abajo solamente, con agua tibia dos veces al día.
- Esto mantiene las áreas limpias y promueve la sana cicatrización de los sitios quirúrgicos.
- No utilice la jeringa durante la primera semana ya que puede causar alveolitis seca.
Si usted no tiene una jeringa, le proporcionarán una, si es necesario, en su cita de revision. Durante el proceso curativo, usted puede sentir los filos en las áreas quirúrgicas con su lengua. Son probablemente las paredes huesudas, que originalmente sostenían los dientes.
De vez en cuando, las pequeñas astillas del hueso se eliminarán solas durante la primera o segunda semana después de la cirugía. No son pedazos de diente, y en el caso que sea necesario, las quitaremos. Por favor llame a la oficina si está preocupado por ésto. Si a usted le realizaron un procedimiento intravenoso y nota enrojecimiento, dolor, una mancha roja, hinchazón, calor al tocar, o una área endurecida donde le fue removido, usted debe aplicar una compresa o una toalla caliente, húmeda al área.
Si usted no nota progreso en un plazo de 24 horas, por favor llame a nuestra oficina. : Post-Operatorio: Retiro de las Muelas del Juicio
¿Qué pasa si fumas después de una extracción de muela?
El humo de los cigarrillos contiene varias sustancias tóxicas que podrían afectar a la correcta curación o cicatrización de la herida. No obstante, si eres de los que no puede pasar ni un día sin fumar, trata de encenderte el primer cigarro al menos 48 horas después de la cirugía.
¿Cuánto hay que esperar para fumar después de un empaste?
Es recomendable esperar un par de horas para conseguir que el empaste se selle adecuadamente y evitar así futuras complicaciones. No fumar. Es probable que sienta sensibilidad al frío en la zona durante un periodo de tiempo, llegando incluso a alargarse un mes.
¿Cómo lavarse los dientes después de una extracción de muelas del juicio?
Consejos para cuidarse la boca después de una extracción –
Inmediatamente después de la extracción, tu dentista colocará una gasa o algodón para taponar la herida, Cambia ese tapón aproximadamente cada hora y presiona levemente para que se vuelva a ajustar.Para ayudar a bajar la hinchazón, puedes aplicar hielo en el exterior, sobre la cara. Vete a casa y descansa, No hay que hacer esfuerzos en las 12 horas siguientes, para evitar que se rompa el coágulo. No cargues objetos pesados durante 2 o 3 días y la cabeza, siempre hacia atrás. El reposo facilita la recuperación del cuerpo tras la intervención. Pero, si te tumbas, descansa con la cabeza elevada.Durante 3 o 4 días hay que tener mucho cuidado para evitar que se rompa el coágulo. Enjuágate 4 veces al día, muy suavemente, con agua tibia con sal. Si hay hemorragia, usa agua fría. Una cucharadita de sal por vaso será suficiente y también puedes utilizar manzanilla. Es posible que tu dentista te recete un colutorio antiséptico. No escupas el enjuague, Simplemente abre la boca y deja que salga el líquido.En esos días de máximo cuidado, sigue una dieta blanda y con muchos líquidos, Purés, yogures y bebidas naturales que no sean calientes. Todo fresco o tibio. Ten en cuenta que los alimentos siempre dejan residuos y la acción de masticar supone un esfuerzo, además de que puedes rozar la zona afectada, que se puede infectar o volver a sangrar. No fumes ni tomes alcohol, ya que esto retrasaría tu recuperación. Evita los picantes y las bebidas carbonatadas, porque provocarían irritación en la zona de la extracción.Pasados esos días, elige un cepillo adecuado, suave o quirúrgico, Con suavidad y movimientos cortos, evita cepillar la zona de la extracción. Si te cuesta abrir la boca, ve poco a poco. No olvides cepillar la lengua ni los enjuagues salinos, siempre con suavidad. Tampoco olvides tomar los medicamentos prescritos durante el tiempo que tu dentista establezca.
La higiene dental es fundamental en nuestra salud. Para cualquier consulta, o ante un mal proceso de recuperación tras una intervención, no dudes en acudir a la Clínica Dental Barcelona, centro de referencia en urgencias dentales donde siempre encontrarás un odontólogo altamente cualificado preparado para atenderte durante el horario de atención al público.
¿Cuánto tiempo después de una cirugía se puede fumar mota?
Premium Hola, como estas? Espero que bien. Al igual que el tabaco la marihuana puede ser perjudicial para una buena cicatrización, te recomiendo esperar al menos 3-6 meses, o al menos dismiuir el consumo lo que más puedas. De todas maneras siempre lo ideal es consultar este tipo de cosas con tu médico tratante. Espero haberte ayudado, Saludos! Dr. Günther Rochefort Premium 4 sedes en Antofagasta, Santiago Centro, Santiago Norte. · 29 ago 2021 Hola,mi recomendacion es que sigas las indicaciones de tu medico tratante. saludos! Dra. Kelly Gulfo. Premium Providencia · 28 ago 2021 Hola Cool, Lo ideal es evitar fumar durante el tiempo de recuperación indicado por tu doctor, ya que esto puede perjudicar los resultados finales o la cicatrización del tratamiento. Debes siempre buscar profesionales calificados y con experiencia, y exigir sólo productos certificados Atte, Dr. Hola. Si bien ciertos componentes de la marihuana son antiinflamatorias, también tiene efectos generales en el cuerpo que podrían alterar la correcta cicatrización. Se recomienda seguir al pie de la letra las indicaciones post operatorias de su médico tratante.
¿Cuándo tienes puntos puedes fumar?
Si fumas tu herida no puede cerrar – No es mi intención darte una regañiza por tu habito de fumar, tampoco te voy a decir que 9 de cada 10 pacientes con cáncer pulmonar son fumadores, lo viejo y arrugado que te estas poniendo, ni que vivirás 15 años menos si continuas fumando todo esto y mucho más ya lo sabes. Se que el tener una herida es muy difícil y que quizá tu fumas para manejar el estrés que tu herida te produce. Sin embargo esa es la peor falsedad de todas las relacionadas con el tabaco. El mayor beneficio que recibes cuando dejas de fumar es el no tener que vivir con esa sensación de inseguridad y nerviosismo permanente que padecen los fumadores pero bueno, de eso te darás cuenta tu algún día.
- Para cicatrizar, tu herida necesita oxígeno, nutrientes esenciales y factores de cicatrización, los cuales se encuentran en la sangre y llegan a la herida a través de las arterias.
- La nicotina que contiene UN CIGARRILLO hace que las arterias se hagan del 30% al 38% más angostas durante 20 minutos, disminuyendo el flujo de sangre y con esto todos los nutrientes, oxígeno y factores necesarios para lograr la cicatrización. Por si esto fuera poco, el monóxido de carbono, otro de los componentes del cigarro, disminuye la cantidad de oxigeno en la sangre, reduciendo aun más la presencia de oxígeno en la herida.
- Por la disminución de oxígeno, el tabaquismo puede hace que los puntos de una herida quirúrgica se abran y que los injertos de piel se mueran.
- Las heridas necesitan un ambiente libre de microbios para cicatrizar, el tabaquismo favorece la infección, y con esto la competencia de las células pro cicatrizantes contra los microbios por los nutrientes y oxígeno, lo cuál ocasiona que la cicatrización se detenga.
- Los componentes del cigarro puede causar también coágulos en la sangre que además de poner en riesgo la cicatrización de tu herida, ponen en riesgo tu vida.
Por todo esto es muy importante que te alejes de los cigarros por lo menos en lo que tu herida cierra, de lo contrario la herida va a tardar mucho tiempo en cicatrizar o quizá nunca lo logre. Como cualquier adicción, dejar el tabaco es difícil, sobre todo si estas solo. Hay muchas formas de dejar de fumar y muchos recursos que te pueden servir.
- Los miembros de la familia, amigos o compañeros de trabajo pueden servir de apoyo o estímulo.
- Habla con el médico acerca de la terapia de reemplazo de nicotina y los medicamentos para dejar de fumar.
- Si te vinculas a programas para dejar de fumar, tendrá muchas más probabilidades de éxito. Dichos programas se ofrecen en hospitales, secretarías de salud, centros comunitarios y sitios de trabajo.
¡Que tengan un excelente día!
¿Por qué no fumar después de una cirugía?
El tabaquismo disminuye la cantidad de oxígeno que llega a las células en la herida quirúrgica. En consecuencia, la herida puede sanar más lentamente y es más propensa a infectarse. Todos los fumadores tienen un mayor riesgo de problemas cardíacos y pulmonares.
¿Cuál es la forma correcta de fumar un cigarrillo?
Cómo fumar un cigarro de forma apropiada (y no parecer un novato) Todo en esta vida tiene un principio. También empezar a fumar cigarros. Y como no se nace aprendido en casi nada, aquí os traemos luz a los recién iniciados en este ritual milenario. Y, para los más avanzados, nunca está de más repasar si lo estáis haciendo todo correctamente o descubrís algún punto de mejora que podría darle más placer a vuestra afición.
- Lo básico parece estar bastante claro: el cigarro se enciende por un lado y se aspira por el contrario.
- Pero no creáis que es tan fácil poner en marcha este, en apariencia, sencillo engranaje.
- En efecto, existen normas tácitas y convenciones sociales que los fumadores de cigarros suelen seguir y, si bien nadie os reprochará en público no conocerlos, seguro que preferís evitar la incomodidad de no saber cómo actuar delante de una reunión de fumadores expertos.
Por lo tanto, aquí os dejamos una guía rápida con la que no sólo aprenderéis a fumar un cigarro de forma apropiada, sino que también os resultará de mucha utilidad para hacer de vuestra pasión una experiencia más agradable. PRIMER PASO: ELEGIR EL CIGARRO En primer lugar, os recomendemos consultar este de cigarros que podéis encontrar en el mercado.
- Si bien no están todos los que son, os aseguramos que los que están son los más frecuentes, y más que suficientes para los que comienzan a fumar.
- Así uno puede ir componiendo el paisaje inicial y familiarizarse con imágenes y denominaciones comunes.
- En segundo lugar, recordad esta máxima cuando decidáis comprar el cigarro en un estanco: no confundáis el precio con el valor,
La opción más cara no significa necesariamente la mejor, ni en calidad ni en sabor ni en disfrute. Sobre todo, hay que tener en cuenta que, si nos encontramos en un nivel principiante en esto de fumar cigarros Premium, probablemente en nuestras primeras incursiones no seremos capaces de apreciar todos los matices de un cigarro bien construido.
Por ello, abrid vuestro corazón al profesional estanquero y dejaos aconsejar, dentro de un nivel medio de desembolso económico. Por otra parte, hay dos sentidos que uno puede aprovechar para la elección previa del cigarro: hablamos del tacto y del olfato, Para el primero, tomad el cigarro entre vuestros dedos pulgar e índice y comenzad a moverlos simulando el funcionamiento de un rodillo.
Si sentís puntos blandos pero firmes, podéis seguir adelante con el cigarro elegido, porque un cigarro bien elaborado tendrá una textura consistente en todo el cuerpo. También podéis hacer uso del olfato para tratar de averiguar lo que nos depara el futuro cigarro.
- El olor más cercano de la capa y de la tripa es un aroma en frío nos proporciona pistas (que no verdades absolutas) sobre lo que vamos a encontrar una vez lo encendamos.
- SEGUNDO PASO: CORTAR EL CIGARRO Este puede ser el punto de inflexión entre parecer un novato, o sólo serlo.
- La pericia puede salvarnos en muchas ocasiones de no tener demasiada experiencia en esto de acortar el extremo del cigarro por donde aspiraremos el humo durante el encendido.
La mejor forma para cortar el cigarro (y la más aconsejada en todos los niveles) es utilizar un, El uso del cuchillo sólo es aceptable en casos extremos en los que no se pueda hacer uso del cortapuros por no disponer de él. Y, desde luego, morder el extremo del cigarro no es lo más aconsejable para principiantes, pues puede arruinar la capa del cigarro y ocasionar molestias al encontrar trocitos de ella en la boca durante toda la fumada.
Para obtener mejores resultados, a la hora de usar el cortapuros lo más efectivo es un movimiento preciso una vez se tiene el cigarro bien colocado (existen cortapuros muy cómodos con la medida exacta de corte), lo que evita cualquier rasgadura y, en última instancia, nos lleva a una mejor experiencia en nuestro propósito de fumar.Para los más experimentados existe también un cortador llamado punch o sacabocados, que no es más que una hoja circular que, presionada sobre la perilla del cigarro, le saca el trozo de cigarro en forma de círculo necesario para la adecuada aspiración del humo. TERCER PASO: ENCENDER EL CIGARRO
Las opciones en este estadio son muchas, y cada ocasión puede requerir una u otra. Por ejemplo, en condiciones normales, utilizar láminas de cedro para prender el cigarro es la mejor opción, pues el propio encendido de la lámina, en caso de aportar algún sabor al cigarro, siempre será positivo.
Cierto es que su manejo precisa de cierta experiencia, pero como muchas cosas en esta vida, todo es cuestión de práctica. Lo que sí podemos aconsejar a los noveles que se enfrentan a este tipo de encendido por primera vez es que tratéis de mantener cierta distancia entre el fuego y el cigarro de tal forma que la llama apunte directamente al centro de la circunferencia.
Para ello, es recomendable que, mientras mantenemos en posición vertical la llama, inclinemos el cigarro en un ángulo 45º respecto la base del suelo, y que, simultáneamente, vayamos rotando el cigarro alrededor de la llama. Si las condiciones climatológicas no acompañan al encendido del cigarro (sea por aire, lluvia, etc.), lo normal es utilizar un, el más resistente a las adversidades.
Y también son apropiados los demás encendedores de gas de uso frecuente para fumar cigarrillos, y hasta las cerillas, teniendo en cuenta que antes de acercarlas encendidas al cigarro debemos esperar a que pase el efecto del fósforo de la primera llamarada. Lo único que desaconsejamos para prender cigarros son los encendedores de gasolina, pues utilizarlos afecta de forma negativa al sabor del tabaco.
Cualquiera que sea la opción elegida, empezad sosteniendo el cigarro entre vuestras dedos pulgar e índice (de nuevo) y colocad el extremo por encima de la llama, en un ángulo, como decíamos, de 45º, enfocando sobre el centro del cigarro. Intentad no pegar demasiado el cigarro directamente sobre la llama porque os puede arruinar el sabor del inicio, aunque para los más noveles, probablemente no notaréis la diferencia.
- En este momento lo más importante es encender el cigarro, y la experiencia irá allanando el camino en sucesivos encendidos.
- Antes de colocar el cigarro en la boca, habrá que ir girándolo alrededor de la llama para conseguir que se vaya quemando de forma uniforme.
- En cuanto podáis ver en toda la circunferencia ese resplandor anaranjado del cigarro que se va quemando, ya estáis preparados para el siguiente paso.
CUARTO Y ÚLTIMO PASO: FUMAR EL CIGARRO Y llegamos al momento esperado, el que nos va a permitir disfrutar de este gran placer que tanto nos hace disfrutar. Así que, preparado el cigarro y con el extremo encendido, ya sólo queda llevárnoslo a la boca y aspirar.
- Pero cuidado: ¡sin tragar el humo! Si lo hacéis, probablemente comenzaréis a toser, os pondréis rojos y el mareo se hará presente de una forma muy molesta.
- Además de que habréis desenmascarado al principiante que lleváis dentro.
- Recordad: no intentéis sorber el cigarro como si fuera una pajita en un refresco.
¿Qué no sabéis cómo aspirar el humo sin que pase por la garganta hasta vuestros pulmones? El secreto está en llenar la boca de humo y luego expulsar el humo con suavidad hacia fuera. Hacedlo cuatro o cinco veces (o las que necesitéis) seguidas hasta que vuestro cigarro comience a producir un humo blanco y denso.
- Cuando vuestro cigarro esté suficientemente prendido, ya no es necesario aspirar compulsivamente para evitar su apagado.
- Ahora viene lo bueno, lo placentero, el momento en que podemos relajarnos y disfrutar del sabor.
- Tomaos vuestro tiempo.
- Además, en función del formato que hayáis elegido, ese disfrute puede durar entre 30 minutos y tres horas.
Sea como sea, ya sois parte del club de fumadores de cigarros. ¡Bienvenidos y que lo disfrutéis! : Cómo fumar un cigarro de forma apropiada (y no parecer un novato)
¿Cuál es la marca de tabaco con menos nicotina?
Las marcas de tabaco con menos nicotina y alquitrán son: Lucky Strike (nivel de alquitrán, 12 mg, nivel de nicotina, 0,9 mg, y nivel de monóxido de carbono, 12 mg) John Player (nivel de alquitrán, 12 mg, nivel de nicotina, 1 mg y nivel de monóxido de carbono, 12 mg)
¿Qué es un fumador leve?
Cuestionario para la clasificación de consumidores de cigarrillo (C4) para jóvenes * Questionnaire to Classify the Level of Tobacco Consumption in Young People Constanza Londoño Pérez ** 1, Ivonne Rodríguez Rodríguez 1, Carlos Andrés Gantiva Díaz 1 1 Universidad Católica de Colombia * Artículo de investigación.
Grupo de Investigación ENLACE, Facultad de Psicología. Universidad Católica de Colombia. Recibido : 31 de enero de 2011 Revisado : 2 de mayo de 2011 Aceptado : 30 de junio de 2011 Resumen Este estudio tuvo como objetivo el diseño y validación de una escala para la clasificación de adolescentes y jóvenes consumidores de tabaco, de acuerdo con la frecuencia e intensidad de consumo y problemas asociados, intención de cesación y signos de dependencia nicotínica.
La muestra estuvo conformada por 448 universitarios de ambos sexos con edades entre los 18 y 31 años, provenientes de cuatro instituciones educativas ubicadas en tres ciudades. El análisis psicométrico mostró que la prueba cuenta con la contabilidad y validez necesarias para ser utilizada en poblaciones similares.
De acuerdo con los resultados las conclusiones se centran en la amplia posibilidad de uso del cuestionario y las bondades de un sistema de clasificación de consumo tabáquico no centrado exclusivamente en la frecuencia y cantidad de cigarrillos fumados. Palabras clave: confiabilidad, consumo de tabaco, dependencia y validez.
Abstract This study had as primary target the design and validation of one scale that allowed the classification of the consuming tobacco adolescents, according to frequency, intensity, and problems associated with the consumption, intention of cessation and the presence of signs of nicotine dependency.
- The sample was conformed of 448 university students, both genders in ages between 18 and 31 year old, from four educative institutions located in three cities.
- The advanced psychometric analysis showed that the test relies on the conditions of trustworthiness and validity that are necessary to be used in similar populations.
Taking results into account, conclusions focus in the vast possibility of using the questionnaire and the benefits of a classification system of tobacco consumption not exclusively centred in the frequency and amount of smoked cigarettes. Keywords: dependency, tobacco consumption, validity and trustworthiness.
Introducción Las sustancias psicoactivas legales son las de mayor consumo entre los adolescentes de América Latina según la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2006), en especial se ha hecho cada vez más frecuente el consumo de tabaco. En Colombia de acuerdo con los informes existentes al menos el 18% de jóvenes entre 13 y 18 años consumió tabaco alguna vez en la vida (Encuesta Mundial de Tabaquismo, 2001; Encuesta Mundial sobre el consumo de tabaco y jóvenes, 2000) y casi el 20% de personas entre los 18 y 19 años son fumadores actuales (Instituto Nacional de Cancerología, 2006; Ariza & Nebot, 2002), todo a pesar de que la OMS ya ha identificado la existencia de una estrecha relación entre fumar y un sin número de enfermedades crónicas altamente prevenibles que son causa cada año de al menos el 5% del total de muertes en el mundo (OMS, 2006; Becoña & Miguez, 2004).
Los adolescentes han sido identificados como uno de los grupos de más alto riesgo de tabaquismo debido a que el inicio es cada vez a más temprana edad y los reportes anuales de consumo muestran un incremento anual del 5% en el número de fumadores adolescentes (Encuesta mundial sobre tabaquismo en jóvenes de Bogotá, 2001; Barrueco, Hernández & Torrecilla, 2003) especialmente en el ingreso a la universidad (Organización Panamericana de la Salud, 2001), esto soporta la necesidad de desarrollar investigaciones que aborden el problema de consumo desde el diagnóstico hasta el desarrollo de programas de prevención y tratamiento.
Evaluación del consumo de cigarrillo Según la OMS (2006) el tipo de consumo está asociado con el número de cigarrillos consumidos al día, así que se ha desarrollado como estrategia para evaluar el nivel de consumo asumiendo como factor principal la frecuencia diaria de consumo, sin tener en cuenta otros aspectos clave como la intensidad de la ingesta y los problemas asociados al consumo.
Así de acuerdo con la OMS (2003) los fumadores se clasifican en leves, moderados y severos en la siguiente escala:
Fumador leve: consume menos de 5 cigarrillos diarios. Fumador moderado: fuma un promedio de 6 a 15 cigarrillos diarios. Fumador severo: fuma más de 16 cigarrillos por día en promedio.
Existe otro tipo de fumadores que no encajan en esta clasificación debido a que tienen un nivel de consumo bajo pero constante, denominados Chipping o fumadores light. Este tipo de fumadores parece estar protegido ante la adicción, pues cuentan con un grupo de factores protectores como con una alta valoración al éxito académico, locus de control interno, soporte social y bajo consumo de cigarrillo entre padres y amigos (Presson, Chassin & Sherman, 2002).
Este es un ejemplo de las dificultades existentes para establecer una clasificación única que incluya a todo tipo de fumadores; por eso cada autor ha agrupado y denominado a los fumadores de forma distinta de acuerdo con criterios particulares para definir el nivel de consumo. En el caso de los chipping en algunos estudios son llamados fumadores sociales, chippers o indulgentes y en otros se consideran como diferentes las tres clasificaciones (Shiffman & Jean, 2006) sin explicar las razones para definir los parámetros usados en la misma.
En esta línea, se ha clasificado a los fumadores de acuerdo con el nivel de dependencia a la nicotina, a través de la Escala Fagerström(Becoña, 2003) que diferencia a los fumadores blandos que no tienen niveles altos de consumo, de los fumadores duros que presentan uso compulsivo del tabaco (Becoña & Lorenzo, 2004); esta escala considera a la nicotina como el principal factor reforzante del consumo tabáquico, restándole importancia a factores psicológicos y sociales asociados al proceso de adicción al tabaco.
En la misma línea se encuentra la Escala del Síndrome de Dependencia de la Nicotina (NDSS) elaborada por Becoña, Fernández, López y Míguez (2009) usada para identificar dependencia a la sustancia en personas que buscan ayuda para dejar de fumar; al igual que la escala Fagerströmclasifica en dos grandes grupos a los fumadores los dependientes y los blandos; pero sin duda aún personas que fuman a diario pueden no presentar síntomas de abstinencia ante la reducción o abandono del consumo (Campo, 2005) e incluso no haber experimentado problemas de salud asociados al consumo.
Por ello la evaluación y clasificación de los niveles de consumo ha sido una de las principales dificultades en el estudio del consumo de esta sustancia, ya que no existen más que cuatro o cinco escalas o entrevistas básicas de consumo que no facilitan la ubicación respecto del riesgo mayor o menor de los fumadores.
Estos instrumentos de evaluación son usados por profesionales de la salud en el proceso de tamizaje y se reducen a dos o tres preguntas referidas al conocimiento de los efectos nocivos del cigarrillo, al deseo de abandonar el consumo y a los intentos anteriores por dejar de consumir y acerca de la recurrencia o recaídas presentadas (Campo, 2005); pero no abordan aspectos como la intensidad del consumo (concentración nicotínica y profundidad de la inhalación), la frecuencia o los problemas asociados.
Entre ellos se encuentra la Entrevista de Hábitos en Relación con la Nicotina de Bejerot, Knorring y Ekeselius (2001), en la que se indaga el consumo diario, el uso de parches y chicles con nicotina; y se plantea que el uso mantenido de un cigarrillo al día durante seis meses implica tabaquismo.
De otra parte, la Entrevista de Evaluación del Consumo de Tabaco propuesta por Becoña, Míguez, López, Vázquez Lorenzo (2006) incluye varias preguntas relacionadas con, si alguna vez en la vida la persona ha fumado, si ha fumado en los últimos seis meses y la cantidad de cigarrillos consumida. El Cuestionario de consumo de tabaco diseñado por Archila, García y Londoño (2005) es un registro de frecuencia e intensidad de consumo que incluye, además, la descripción de los lugares en los que se fuma y el respeto o no de las normas y leyes que regulan el consumo en ciertos espacios.
Adicionalmente, existen dos sistemas internacionales de clasificación de la dependencia nicotínica, el CIE – 10 y el DSM en los que se define que para ser considerada dependiente una persona debe cumplir al menos cuatro de los síntomas definidos; sin que se planteen indicadores para la clasificación de fumadores no dependientes.
- Adicionalmente, Lujic, Reuter y Netter (2005) han propuesto una clasificación de los motivos más frecuentes que las personas reportan para consumir tabaco, pero no proponen algún instrumento para medirlos.
- También, Lira, González, Medina, Cruz y Vega (2009) diseñaron un cuestionario para evaluar las situaciones relacionadas con el consumo que influyen en el proceso de dejar de fumar y la abstinencia prolongada, usado, principalmente, para determinar los motivadores del consumo; sin que se haga ninguna clasificación específica respecto del nivel de consumo.
En suma, los cuestionarios, entrevistas y escalas disponibles no permiten diferenciar de manera sensible los tipos de consumo existentes, que van más allá de una simple división dicotómica entre duros y blandos, o dependientes y no dependientes; ya que existen fumadores de distintos tipos y grados de consumo, es preciso diseñar escalas que permitan alcanzar tal meta para ofrecer atención específica según cada tipo de consumo, hacer tamizajes para detección oportuna de casos, plantear programas de prevención del consumo de tabaco en poblaciones similares a la incluida en el presente estudio, adelantar estudios comparativos de consumo por poblaciones y evaluar los alcances reales de las distintas acciones centradas en la prevención del consumo de nicotina.
En busca de resolver estas dificultades para clasificar a los fumadores, en el grupo de investigación en Psicología de la Salud y en el Centro de Estudios e Investigaciones sobre Adicciones y Violencia (CEIAV) de la Universidad Católica de Colombia, se ha desarrollado un instrumento para clasificar efectivamente a los consumidores de tabaco.
Método Participantes La muestra no probabilística estratificada de acuerdo con la carrera, el semestre y las instituciones de procedencia estuvo conformada por 448 estudiantes universitarios que correspondían al 20% del total de los estudiantes matriculados en la institución, de los cuales 160 eran mujeres y 64 hombres (con una omisión de respuesta acerca del género), cuyas edades oscilaban entre los 18 y los 31 años con una media de 22,7 años y desviación estándar de 3.21 años, es decir, que la muestra incluyó tanto adolescentes como jóvenes.
- Entre los criterios de inclusión se encontraban: tener entre 18 años cumplidos y 30 años, la expresión del deseo de participar en la investigación y la firma del consentimiento informado, estar matriculado en una de las 4 instituciones incluidas en la investigación.
- Instrumento El cuestionario para la Clasificación de Consumidores de Cigarrillo (C4) que mide el nivel de consumo de cigarrillo en estudiantes universitarios, se diseñó a partir de las clasificaciones existentes y se retomaron algunos aspectos clave de otros cuestionarios, entre los que están el Test de Fagerström de dependencia a la nicotina (Heatherton, 1991 adaptación española de Becoña, 1994) de donde se retoman la lista de señales de dependencia a la nicotina y el cuestionario de Consumo de Tabaco (Archila, García & Londoño, 2005) del que se retoman dos preguntas acerca de la intención de dejar de fumar y los intentos previos; además se incluyen otras categorías complementarias como la intensidad con la que se ingiere la nicotina (concentración por cigarrillo y profundidad de la inhalación), los problemas asociados al consumo, la frecuencia de consumo y otros aspectos relacionados con el consumo en estudiantes universitarios.
Se sugiere aclarar que su uso debería apoyarse en pruebas fisiológicas que permitan reconfirmar el autorreporte dado por las personas que lo contestan. No se usan escalas alternas para la validación concurrente debido a la no existencia de una prueba que evalúe exactamente el mismo constructo que la escala validada en el presente estudio, por ello, deben conducirse nuevos estudios para contrastar los resultados obtenidos.
Procedimiento Fase 1. Definición del constructo, nivel de consumo de acuerdo con los estándares generales de la OMS (2006): señales de dependencia, intensidad, frecuencia y problemas asociados al consumo de cigarrillo. Además de la revisión de las escalas, cuestionarios y entrevistas existentes, para definir aspectos relevantes que debían ser considerados en el cuestionario que se pretendía desarrollar.
Fase 2. Diseño de los ítems y las opciones de respuesta, un grupo conformado por un médico, un magíster en adicciones y violencia, un magíster en psicología de la salud y una psicóloga. El proceso de diseño incluyó la extracción de ítems claves de los inventarios antes mencionados.
- Fase 3. Evaluación por jurados, una vez diseñado el cuestionario se procedió a someterlo a la evaluación de 3 jurados expertos, quienes analizaron el instrumento en general, respecto de la validez de contenido, la suficiencia, pertinencia y redacción de los ítems y de las opciones de respuesta.
- Se analizó el nivel de concordancia entre los jurados y se incorporaron las sugerencias realizadas por estos.
Fase 4. Pilotaje y aplicación, se realizó un pilotaje preliminar mediante la aplicación del cuestionario a 20 jóvenes para evaluar la presentación del cuestionario; posteriormente se llevó a cabo la aplicación del instrumento para determinar sus características psicométricas a la población elegida.
- La aplicación del instrumento fue realizada por uno de los investigadores a estudiantes de diversos semestres y carreras, quienes firmaron el consentimiento.
- El cuestionario fue aplicado de forma colectiva en grupos por semestres intactos o de conveniencia en espacios cedidos por los docentes, cuya aplicación tuvo un tiempo promedio de 30 minutos.
Únicamente 3 participantes excedieron el límite de los 30 años, por ello no fueron excluidos de la muestra. Fase 5. Elaboración de la base de datos y análisis estadísticos, se adelantaron análisis descriptivos y de las condiciones psicométricas del instrumento, usando el paquete estadístico SPSS 15, para determinar validez, confiabilidad y comportamiento de cada uno de los ítems.
Para todos los ítems con opciones de respuesta distintas se usó el índice de consistencia interna Alpha de Cronbach, pues aunque el error puede incrementarse en la inclusión de ítems dicótomos, el C4 constituye una sola prueba y no es recomendable darle un tratamiento como si fueran escalas independientes, tal como lo anota Pardo, Rocha, Avendaño y Barrera (2005).
Resultados Los conceptos emitidos por los tres jurados expertos a quienes se les envió el cuestionario mostraron un alto nivel de concordancia (92%) respecto de la importancia de tener en cuenta las variables incluidas en la clasificación del nivel de consumo de tabaco en adolescentes y jóvenes universitarios. Calificación Posterior a la normalización de los puntajes se identificaron los puntos de corte de cada nivel teniendo en cuenta la desviación estándar; así, la calificación de cada factor se obtuvo al dar una puntuación entre 0 y 6 dependiendo del nivel de riesgo que representaba cada condición evaluada, siendo 0 el menor riesgo y 6 el más alto riesgo.
El puntaje máximo posible era de 50 y significaba que la persona tenía la más fuerte dependencia a la nicotina y el puntaje mínimo era 0 y se daba cuando la persona no fumaba actualmente o nunca había probado el cigarrillo. La escala de clasificación iba de 0 a 50, y se dividió en cuatro niveles de consumo: bajo (1 a 5 puntos), moderado (6 – 17 puntos), alto con señales de inicio de dependencia (18 a 29 puntos) y dependiente (30 a 50); puntuación que se definió de acuerdo con el cumplimiento de diversos criterios de intensidad, frecuencia, problemas asociados y presencia de indicadores de dependencia nicotínica.
Consumo de tabaco El 54% de los estudiantes reportan no fumar actualmente o nunca haber fumado, del grupo total de fumadores se encuentra que la mayor parte de ellos presentan señales de dependencia nicotínica o un nivel alto de consumo, 128 y 56 correspondientemente. Discusión De acuerdo con los resultados obtenidos es posible concluir que la prueba cuenta con un alto nivel de confiabilidad y validez de constructo, esto puede deberse a que el diseño del instrumento se hizo a partir del desarrollo de nuevos ítems y la integración de preguntas incluidas en otras pruebas previamente validadas, y a que la propuesta surge de una amplia y profunda revisión acerca de las variables asociadas con los distintos tipos de consumo.
se conservan los 14 ítems propuestos originalmente teniendo en cuenta que todos aportan a la confiabilidad general de la prueba y corresponden a diferentes dimensiones del consumo de cigarrillo, dimensiones que son consideradas indispensables para alcanzar una clasificación global y efectiva del nivel de consumo que incluye frecuencia, intensidad, problemas asociados y síntomas psicológicos y físicos de dependencia.
Respecto de la clasificación propuesta por la OMS (2003) en la que se plantea la existencia de tres niveles de consumo leve, moderado y severo, se reafirma la idea de que la clasificación no puede ser hecha tomando como único punto de referencia el número de cigarrillos, ya que no todos los jóvenes que reportaron tener mayor frecuencia de consumo habían presentado señales de dependencia nicotínica o experimentado el craving.
Al comparar el cuestionario de Clasificación del consumo de cigarrillo c4 con otras opciones de evaluación se evidencia que este cuestionario es congruente con la clasificación sugerida por la OMS en la que el tipo de consumo ofrece varias categorías: leve, moderado y severo; pero contiene además, el nivel de dependencia que sobrepasa el consumo duro o riesgoso, incluyendo síntomas de abstinencia y otros aspectos clave, como intensidad de la ingesta y problemas asociados al consumo.
Igualmente, permite identificar fumadores light que tienen un consumo constante pero bajo, que de acuerdo con la propuesta de Presson, Chassin y Sherman (2002) y de Shiffman y Jean (2006) deben ser identificados y estudiados, ya que parecen tener una cierta invulnerabilidad hacia la adicción y su consumo es motivado casi exclusivamente en situaciones de intercambio social.
De otra parte, al incluir los ítems de dependencia de la Escala Fagerströmy el Cuestionario de consumo de tabaco se facilita tanto la discriminación de los adictos (Heatherton, 1991 adaptación española de Becoña, 1994; Becoña & Lorenzo, 2004) como la descripción detallada de la topografía del consumo en términos de intensidad, frecuencia y situaciones de consumo (Archila, García & Londoño, 2005), que se incluyen respectivamente en la Escala del síndrome de Dependencia de la Nicotina (NDSS) (Becoña, Fernández, López y Míguez, 2009) y en la Entrevista de Evaluación del Consumo de Tabaco (Becoña, Míguez, López, Vázquez & Lorenzo, 2006).
Además engloba otros aspectos psicológicos y sociales que no son incluidos en estas escalas como el deseo de abandonar el consumo, los intentos previos de cesar el consumo acerca de la recurrencia y recaídas presentadas, que son importantes en cualquier proceso de cambio iniciado (Londoño, 2007; Campo, 2005).
Aunque el C4 incluye aspectos relevantes relacionados con la absorción de la nicotina y la profundidad de la inhalación del humo reportada y el grado de control del consumo en situaciones de prohibición legal o médica reportado en la prueba, este cuestionario no indaga acerca de los motivos para el consumo, y las situaciones que funcionan como disparadores que se investigan en el cuestionario de Consumo de Lira, González, Medina, Cruz y Vega (2009); no obstante, estos aspectos hacen parte más de la dimensión general del consumo, mantenimiento o abandono de la práctica, por tanto su uso puede ser complementario en procesos de acompañamiento para cesación de consumo de cigarrillo.
La estandarización y validación del C4 en otras poblaciones facilitara la definición de una clasificación más universal y única que incluya a todo tipo de fumadores, facilitando así el diagnóstico adecuado a partir de criterios específicos por nivel de consumo y la comunicación entre profesionales de la salud.
En suma, los cuestionarios, entrevistas y escalas disponibles no permitían diferenciar de manera más sensible los tipos de consumo existentes, que van más allá de una simple división dicotómica entre duros y blandos, o dependientes y no dependientes; ya que existen fumadores de distintos tipos y grados de consumo es preciso diseñar escalas que faciliten alcanzar tal meta para ofrecer atención específica y diferencial según cada tipo de consumo.
Finalmente, en concordancia con Becoña (2007; 2009), es cada vez más evidente la importancia de contar con un instrumento que incluya aspectos psicológicos y sociales del consumo de tabaco que facilitan la comprensión de las razones del consumo y de los patrones comportamentales asociados a este; sumados al efecto reforzante que tiene la nicotina en sí misma Respecto del consumo de tabaco y en oposición con otros estudios (Informe de Resultados de la Encuesta Mundial de Tabaquismo realizada en Bogotá, 2001; Sistema Interamericano de Datos Uniforme sobre Consumo de Drogas, 2003; OPS, 2001, 2003).
Las cifras muestran que casi la mitad de los estudiantes universitarios de la muestra son fumadores, con un grupo importante de jóvenes con consumo alto y dependiente, en la misma línea estudios como el de Archila, García y Londoño (2005), el de Caballero, González, Pinilla y Barber (2005), el de la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2003) y el de Bolzan y Peleteiro (2003) ya habían hecho notar el grave problema de consumo tabáquico en los jóvenes.
Limitaciones Ya que los motivos del consumo pueden ser tomados como un indicador sería deseable incluir algunos ítems que permitieran evaluar este aspecto y así dar mayor alcance a la prueba en la clasificación precisa del tipo de consumo de quien la responde, ya que la motivación es uno de los principales componentes de la dimensión psicológica de la prevención, tal como lo plantean Flórez (2007), Londoño y Vinaccia (2005) y Londoño (2007).
- Aunque la prueba alcanzó un buen nivel de confiabilidad se sugiere adelantar estudios epidemiológicos que faciliten la confirmación de los hallazgos obtenidos en el presente estudio, usando entrevistas a manera de Gold Estándar que faciliten contrastar la validez concurrente del C4.
- Referencias Archila, D.; García, D.
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¿Cuándo lavarse los dientes después de una extracción?
No puedo abrir la boca para cepillarme – Si te han extraído 2 o más muelas es probable que te cueste abrir la boca para limpiar tus dientes, en ese caso deberás:
Esperar a que pasen las primeras 24 horas sin enjuagar o limpiar la boca para no interferir con la coagulación. Al día siguiente de la extracción podrás comenzar a usar los enjuagues de agua tibia con sal y el colutorio. Hazlo siguiendo las indicaciones anteriores, siempre después de las comidas para limpiar tu boca y eliminar la suciedad. Entre 3 y 4 días después de la intervención podrás ir abriendo la boca poco a poco, en ese momento puedes comenzar a cepillarte o a usar una gasa húmeda para limpiar la suciedad de los dientes.