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Que Duele Mas Un Parto O Un Dolor De Muelas?

Que Duele Mas Un Parto O Un Dolor De Muelas
El Dolor de Muela (o de cualquier diente) • CLÍNICA LOOK DENTAL Seguramente ya sabrás que el dolor de muela es el más fuerte, sólo detrás del dolor de un parto, y no es para menos. Cuando esto sucede es porque la afección está actuando directamente sobre el sistema nervioso.

La causa más común de este problema es por una Caries que, con el paso del tiempo, se ha profundizado tanto que ha dañado el esmalte, la dentina y ha llegado hasta la pulpa. La pulpa es el tejido blando de nuestros dientes, donde se encuentran los nervios que nos permiten tener sensibilidad en cada pieza.

Cuando vemos que tenemos una Caries es porque ésta ya es demasiado grande. Pero incluso, el caso más común es que, como no nos duele hacemos caso omiso y continuamos con nuestra vida cotidiana como si nada pasara. La Caries continúa su proceso, avanzando a través de las capas del diente hasta que se desata la debacle y es en este punto donde recién acudimos al dentista para que nos quite el dolor. Que Duele Mas Un Parto O Un Dolor De Muelas Por este motivo, la prevención y las revisiones periódicas son un factor clave para evitar el dolor de muela intenso y unos tratamientos de un precio más elevado. En nuestra sección acerca de los precios de tratamientos dentales puedes observar que reconstruir una Caries sólo cuesta, en general 80€ mientras que en la situación más grave, pero al mismo tiempo, la más común, el tratamiento puede llegar a costar hasta 900€.

  • Sin duda, siempre es mejor prevenir que curar.
  • Además de las caries, también hay otros motivos que pueden causar infección e inflamación en la pulpa dental.
  • Los más típicos son los traumatismos (golpes) o también la erosión que se produce en los dientes por el bruxismo o por una mordida anormal, así como una enfermedad en las encías.

La aparición de nuevos dientes es una causa de dolor en bebés y niños en edad escolar, aunque en este caso es absolutamente normal y sólo se debe administrar medicamentos para paliar los síntomas. Si bien es cierto que, según cada caso la solución específica puede variar, la Endodoncia es la solución que se presenta de forma más habitual.

  1. Si tenemos una enfermedad en las encías, lo acertado será comenzar de inmediato un tratamiento de Periodoncia, pero siempre es el dentista quien valorará de acuerdo a las causas y al estadio del problema como solventarlo o a que especialista derivar a cada paciente.
  2. La es el tratamiento por medio del cual se desvitaliza el diente removiendo la pulpa, nervios y vasos sanguíneos.

Se vacía y se desinfecta la cavidad, dejando únicamente los tejidos duros del diente. El proceso no es doloroso porque se realiza bajo anestesia local y, pasada esta etapa el diente ha perdido toda sensibilidad y ya no dolerá. Se rellena la cavidad con un material temporal hasta que, pasada una semana, se verifica que todo esté en buenas condiciones. Que Duele Mas Un Parto O Un Dolor De Muelas En este caso, se está por colocar la corona que protege un incisivo central, luego de una Endodoncia. La Endodoncia es un tratamiento muy invasivo que, aunque mantiene la pieza dental, ésta ya no es tan fuerte como en su estado natural. Para evitar posibles fracturas durante la masticación y el filtrado de bacterias hacia el interior del diente se coloca una corona que soporta la carga de la masticación y sella la cavidad en busca de evitar futuras infecciones.

¿Qué es más doloroso que un parto?

¿Duele más un parto o que una patada en los testículos? | Noticias de Sociedad en Heraldo.es En un debate a esta pregunta, l as mujeres pensarán que nada hay más doloroso que traer un hijo al mundo. Los hombres por su parte afirmarán que el dolor más insoportable es una patada en los testículos.

  • Un vídeo realizado hace un tiempo por el canal de Youtube AsapCiencie intenta echar luz sobre esta cuestión de una manera muy didáctica.
  • Para las mujeres pasado el momento del parto, la revolución de las hormonas y la llegada del bebé hacen, poco a poco, olvidar las horas de dilatación, las contracciones y el puerperio.

Además también existe una especie de pacto de silencio entre madres, sobretodo ante otras mujeres que aún no lo han sido, para intentar minimizar el dolor del alumbramiento. Sin embargo, pa ra los hombres, un golpe en sus genitales les provoca un dolor enorme, que en ocasiones les deja casi sin sentido.

  1. Sufren náuseas, aumento de la presión arterial, de la frecuencia cardíaca y sudoración.
  2. En el vídeo explica que hay un rumor que afirma que el cuerpo humano pude soportar hasta 45 DEL unidades de dolor.
  3. Con esta cifra, una mujer puede llegar a sentir 57 DEL durante el parto (algo así como lo equivalente a fracturarse 20 huesos a la vez).

En el caso del hombre, una patada en los testículos supone más de 9000 DEL de dolor, Sin embargo esta medición no existe. Los dos dolores suponen reacciones muy similares en el cerebro, pero de nuevo surge un problema más allá de la respuesta física, porque el dolor es muy subjetivo.

Cada persona, más allá que sea hombre o mujer, percibe el dolor de una manera diferente. Tiene un umbral del dolor distinto. Hay múltiples factores que interfieren en cuánto dolor se siente: desde el estado de ánimo hasta otras situaciones de dolor físico anteriores. Por eso intentar medir de forma objetiva el dolor se convierte en una tarea casi imposible.

: ¿Duele más un parto o que una patada en los testículos? | Noticias de Sociedad en Heraldo.es

¿Cuánto duele un dolor de muelas?

Con frecuencia, el dolor de muelas empieza repentinamente y puede ir de un malestar leve a un ser muy agudo. Puede notarse un dolor punzante constante o intermitente en la cabeza, mandíbula y oído. Normalmente, el dolor es más fuerte al comer o beber, sobre todo si está muy frío o caliente.

¿Cuál es el dolor más fuerte del mundo?

Cuál es el dolor más intenso que puedes sentir, según la ciencia Durante nuestra vida llegamos a experimentar episodios de dolor debido a diferentes afecciones. Generalmente suele haber quorum a la hora de determinar cuál o cuáles son los más intensos que solemos sufrir.

  • Cólicos, partos, dolor de muelas, etc, suelen copar los primeros puestos, ¿pero son los hay peores? Desde han consultado a expertos internacionales en dolor y han consultado investigación sobre el tema, llegando a interesantes respuestas. David C.
  • Yeomans, especialista en Anestesiología, Perioperatorio y Medicina del Dolor de la Universidad de Stanford, considera que el peor dolor que puede sufrir un ser humano es el provocado por lo que se denomina neuralgia del trigémino,

Se produce cuando un vaso sanguíneo se dilata y acaba empujando el nervio trigémino, que es el encargado de transmitir toda la información de los diferentes dolores que se producen en la cara, algunos muy intensos como el de muelas o el de cabeza. El dolor por neuralgia del trigémino suele manifestarse en un lado de la cara y apenas dura un par de minutos.

Su tratamiento puede hacerse mediante cirugía o con medicamentos como el tegratol, aunque en este caso cabe recordar que se trata de un fármaco con efectos secundarios relevantes. Theodore Price, investigador principal del Grupo de Investigación de Neurobiología PAIN y Profesor de Ciencias del Cerebro y del Comportamiento en la Universidad de Texas, asegura que el peor dolor suele ser el que se da tras lesiones traumáticas, como un accidente o la rotura de una extremidad, y que se alarga en el tiempo aunque la lesión se haya curado.

Especialmente dolorosa es la lesión que, pese a curarse, provoca el aplastamiento de un nervio y esto causa dolor neuropático. También destaca entre los dolores más intensos y molestos el que se produce durante años en pacientes con cáncer que ha recibido quimioterapia, generalmente en extremidades.

Mohab Ibrahim, profesor Asociado de Anestesiología y Farmacología y director de la Clínica del Dolor Crónico de la Universidad de Arizona, establece en este grupo todos aquellos dolores que cumplen ciertos criterios y no se pueden controlar. Especialmente dolorosos son los que entran en la categoría de la fibromialgia,

También asegura que el peor dolor siempre será aquel que no tenga un diagnóstico conocido tras realizarse todo tipo de pruebas y salir negativas ya que la psicología juega un papel fundamental en el dolor. James McAuley, científico investigador sénior y líder de grupo en Neuroscience Research Australia y actual presidente del grupo del dolor de espalda de STREAM Health, asegura que depende de la persona y de cómo es interpretado por el cerebro y pone como ejemplo el caso de un un buzo de la Marina de Australia que estaba siendo mordido por un tiburón y no empezó a sentir dolor hasta que se dio cuenta de que era mordido por el animal, algo que no había visto en un primer momento.

Erin Young, profesor asistente y director asistente del Centro para el Avance en el Manejo del Dolor de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Connecticut, está convencido de que el peor de todos es el dolor crónico, pero también dolores agudos como el de un hueso roto, un parto o un postoperatorio especialmente molesto.

Steven Harte, director de Ciencia Sensorial en el Centro de Investigación del Dolor Crónico y la Fatiga de la Universidad de Michigan en Ann Arbor, también recuerda que el dolor es subjetivo y que suele depender de variables tan dispares como la genética, el funcionamiento del sistema nervioso, el historial de consumo de drogas y las experiencias dolorosas previas, así como las expectativas sociales y culturales.

¿Cuánto dolor soporta un parto?

Dolor durante el trabajo de parto y el parto El dolor durante el trabajo de parto es ocasionado por las contracciones de los músculos y la presión sobre el cuello uterino. Este dolor se puede sentir como un cólico intenso en el abdomen, las ingles y la espalda, y también como una sensación de malestar general.

¿Qué es más doloroso parto de niño o niña?

Un estudio desvela que dar a luz a niños es más doloroso Según científicos de la Universidad y el Hospital Clínico de San Cecilio de Granada, dar a luz niñas duele menos que dar a luz a un niño.

¿Qué duele más la dilatación o el expulsivo?

Sale el bebé, qué gran alivio –

La cabeza de tu hijo saldrá lentamente, y luego el ginecólogo o la matrona tirarán de él con decisión, pero sin fuerza. A continuación saldrán los hombros y después el resto del tronco. A medida que la cabeza del bebé va saliendo, sentirás como un estiramiento y quemazón, pero en el momento del nacimiento se suele experimentar un gran alivio. Si notaste mucho dolor durante la dilatación quizás temas tanto que este dolor aumente durante el expulsivo, que llegues a perder el control. Por eso, lo mejor es dejarte guiar por las matronas y el ginecólogo que te irán indicando cómo tienes que respirar, cuándo empujar Actualmente con la anestesia epidural, estas contracciones no son dolorosas aunque, dependiendo el grado de anestesia, puede notarse cierta presión y sentir cómo sale el bebé por la vagina. Sin anestesia, el expulsivo suele ser un periodo doloroso, aunque no más que la dilatación. Para muchas mujeres supone incluso una liberación, especialmente si han estado muchas horas dilatando.

¿Qué pasa si me duermo durante las contracciones?

Normalmente las contracciones preparto son relativamente breves, duran menos de un minuto y rara vez se producen a intervalos regulares, así que, si puedes volver a dormir, es recomendable que lo hagas. No es necesario que te quedes despierta y tensa en la cama esperando por si comienza el parto.

¿Cuánto tiempo dura el trabajo de parto en una primeriza?

Cuánto dura : el trabajo de parto activo suele durar de 4 a 8 horas o más. De media, el cuello del útero se dilatará aproximadamente 1 centímetro por hora.

¿Cómo perder el miedo a dar a luz?

Consejos y trucos para superar el miedo al parto Habla mucho con tu pareja, comparte tus miedos y temores, él te dará otro punto de vista y entre los dos podréis afrontar el momento con más calma. Puedes realizar un plan de parto y comentarlo con la matrona y el ginecólogo.

¿Qué duele más un parto o una piedra en el riñón?

CÓLICO NEFRÍTICO: UN DOLOR QUE NO SE OLVIDA – Las mujeres que han padecido un cólico dicen que el dolor es peor que el de un parto, el paciente es incapaz de estarse quieto, el dolor es muy intenso, continuo y no mejora al cambiar de postura. Se da en la zona alta de la espalda y no más cerca de la cadera como suele creerse, irradia hacia la vejiga, puede llegar a ocasionar nauseas y vómitos, aumentar la frecuencia miccional y dar lugar a una orina más oscura.

Estos dolores pueden tener una duración muy variable dependiendo de si se consigue expulsar la piedra o no. Se recomienda el tratamiento mediante antiinflamatorios no esteroideos, que ayudan a reducir la inflamación del urotelio que rodea a la piedra, y alfa-bloqueantes, que relajan la musculatura lisa ureteral.

«No se recomienda administrar buscapina ya que es un espasmolítico que dificulta el mecanismo fisiológico de expulsión», señala Resel. Según sea el tamaño de la piedra y su ubicación, los especialistas estiman que la expulsión puede resolverse en un menor o mayor tiempo.

  • Casi un 90% de las piedras de oxalato o fosfato cálcico pueden observarse en una placa de abdomen y localizarse más cerca del riñón, uréter o la vejiga, la piedra no puede medir más de 7-8 milímetros para ser expulsada espontáneamente.
  • En este tiempo se recomienda a los pacientes que cuando orinen lo hagan en un recipiente, al ser estas piedras tan pequeñas (casi como un grano de pimienta) la expulsión puede pasar desapercibida.
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Recuperar la piedra permite no sólo tener certeza de la expulsión sino tener además la posibilidad de analizarla y conocer su composición para hacer los ajustes correspondientes en la dieta. En el caso de piedras de ácido úrico, presentes en un 8% al 10% de los casos y radiotransparentes (no se detectan con radiografía sino con ecografía y el TAC), lo esencial para su disolución es elevar el pH ácido de la orina de 5,5 a uno básico superior a 7,5 mediante citrato potásico, bicarbonato sódico o fitatos, aunque si existe hipertensión hay que tener cuidado con las sales.

Si el dolor no se calma con la terapia habitual, existe fiebre o se ha producido una obstrucción que produce una infección renal es necesario realizar un cateterismo mediante colocación de doble jota en el quirófano de Urgencias; si se produce una insuficiencia renal derivada del cólico o bien si existe una alteración anatómica, hay que cateterizar también», explica el doctor Resel.

Si el paciente no ha expulsado la piedra tras un mes con tratamiento farmacológico adecuado se recomienda tratar mediante litotricia extracorpórea mediante ondas de choque (LEOC) o cirugía.

¿Cuántos años de vida pierde una mujer al dar a luz?

Es indudable que para muchas mujeres estar embarazada y ser madre es una experiencia maravillosa, pero también es innegable que la maternidad es muy complicada y agotadora. U n estudio realizado en 2.000 mujeres norteamericanas desvela que por cada embarazo una mujer envejece once años de vida.

Respecto a esos resultados, la ginecóloga obstetra chuquisaqueña Isabel Valdez Guerra dice que no es una regla matemática: todo depende de varios factores, como la calidad de vida. Alguna vez hemos escuchado decir que una mujer pierde dos años de vida con un embarazo debido al desgaste orgánico que ese estado le demanda a su organismo.

O hemos escuchado que, en realidad, son cinco o hasta siete. Sin embargo, sin ningún sustento científico, por lo que siempre nos quedamos con la duda: ¿será cierto?, ¿una embarazada pierde años de vida con cada hijo que trae al mundo? Es indudable que para muchas mujeres estar embarazada y ser madre es una experiencia maravillosa, pero también es innegable que la maternidad es muy complicada y agotadora.

El médico Fernando Carranza, jefe del Servicio de Emergencias del Hospital De la Mujer de Sucre y actual presidente de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia, con 30 años de experiencia laboral, sostiene que el organismo de una mujer sufre muchas alteraciones con un embarazo. «Un embarazo le quita cinco años de vida a una mujer, por el desgaste orgánico.

Por eso se suele ver a muchas pacientes jóvenes, con tres o cuatro hijos, muy demacradas. Parece que tuvieran más de 40″, explica a ECOS. Además, puede provocar daños orgánicos en los riñones, hígado, etc. Ahí radica la importancia de que una pareja planifique la cantidad de hijos que quiere tener», remarca el galeno.

Hay estudios Las investigaciones no cesan, gracias al imparable avance de la ciencia y la tecnología. Hace unos meses, la universidad norteamericana George Mason publicó un estudio del departamento de Salud Pública que demuestra el impacto del embarazo en el envejecimiento de las mujeres. El estudio recogió muestras sanguíneas de 2.000 mujeres y encontró que los telómeros (estructuras celulares localizadas al final de los cromosomas, encargadas de proteger el ADN de la degeneración) van acortándose a medida que pasa el tiempo en todos los seres humanos.

La disminución de su tamaño es una señal de envejecimiento. De acuerdo con la investigación, las mujeres estudiadas, de entre 20 y 40 años, mostraron una diferencia grande en el tamaño de sus telómeros. Las que ya habían sido madres, tenían telómeros más cortos; las mujeres sin hijos, telómeros más largos.

Según una de las autoras del estudio, Anna Pollack, la alteración que se produce en las madres a nivel celular es «más sustancial» que los cambios provocados por el tabaquismo y la obesidad. Es decir, los resultados del estudio demostraron que el tamaño de los telómeros se asocia con la longevidad. A medida que se acortan, es posible verificar la aparición de dolencias, en la mayoría de los casos, asociadas a las personas mayores, es decir, las crónicas y las mortales.

Otro estudio denominado «Parity associated with telomere length among US reproductive age women» (Índice de fertilidad asociado al tamaño de los telómeros en mujeres de los Estados Unidos en edad fértil), publicado en Oxford University Press, demuestra también que el envejecimiento producido a nivel celular causado por el embarazo de los hijos es mayor que el ocasionado por la obesidad y el tabaquismo.

  • En el estudio, los telómeros de las mujeres con hijos eran 4.2% más pequeños que el promedio de las madres que todavía no habían dado a luz, lo cual equivale a alrededor de once años de envejecimiento, a nivel celular.
  • Entonces, ser madre podría estar asociado al envejecimiento celular acelerado.
  • O sea: a mayor número de hijos, mayor envejecimiento.

Los científicos hallaron también que las mujeres que tenían cinco o más hijos tenían telómeros más cortos, en comparación con las que no tenían hijos; incluso, relativamente más cortos, en comparación con las que tenían uno, dos, tres o cuatro hijos.

  1. Entonces, estos resultados demuestran que no es un mito que las mujeres envejecen con cada embarazo.
  2. No es una regla matemática En este tema, la ginecóloga obstetra Isabel Valdez Guerra, sobre el estudio realizado en Estados Unidos, expresa: «Ahora existe la evidencia de que tener muchos hijos puede aumentar el riesgo de contraer ciertas enfermedades y acortar la esperanza de vida.

Inclusive se hicieron estudios genéticos que corroboraron esta hipótesis, ya que encontraron acortamiento de los telomeros en pacientes que tuvieron embarazos, comparados con las que no». Esto significa disminución en el tiempo de vida de las células y, por tanto, envejecimiento.

  • Por cada embarazo, una mujer perdería 11 años de vida.
  • O sea: un embarazo afecta más que el cigarrillo y la obesidad.
  • Pero como sabemos, no es una regla matemática.
  • El estudio ha sido realizado en mujeres norteamericanas.
  • También depende mucho de los hábitos alimenticios de cada mujer, sus antecedentes familiares, cuántos hijos tuvo, si sufre de alguna enfermedad asociada, entre otras cosas, que pueden influir en el número de años perdidos», explica la especialista.

Asimismo, señala que en Bolivia hay personas que tienen diez hijos y viven 90 años sin problema alguno. También hay mujeres que tienen uno o dos descendientes, pero están deterioradas por la calidad de vida que llevaron o por enfermedades y factores genéticos.

  • Entonces, ese es el sesgo de ese estudio», explica.
  • Muchas mujeres, pese a conocer los resultados del estudio y las consecuencias que un embarazo les puede dejar, además de la gran responsabilidad que significa, el cansancio y las noches sin dormir, etc., siguen apostando por la maternidad: prefieren ser madres a tener unas células más jóvenes.

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¿Por qué las mujeres dan a luz acostada?

El parto, como proceso natural y fisiológico propio de los mamíferos, mediante el cual se expulsa el feto desde el interior de la cavidad uterina al exterior del organismo materno, 1,2 ha tenido en diferentes épocas y momentos de la historia diversas formas en los que ha ocurrido, 3 las que trataremos de resumir a continuación.

Como se sabe fundamentalmente en las últimas décadas, la asistencia al parto se ha estado realizando en un medio hospitalario y con personal especializado.1 En la actualidad, la mayoría de las mujeres occidentales tienen sus partos en la llamada posición dorsal, la que supone permite al médico controlar mejor el estado del feto, asegurando así un parto seguro, fundamentalmente para garantizar el bienestar del mismo.

De esta manera, se ha dicho que se ha cambiado la tradicional forma de parir, dominada por la movilidad y verticalidad, a la pasividad y horizontalidad.1,2 En la literatura hay reflejadas numerosas posiciones para el trabajo de parto y el parto.4 Referiremos algunas: La posición supina o en semidecúbito para el nacimiento se usa ampliamente en la práctica obstétrica contemporánea.

  1. La principal ventaja señalada es el fácil acceso del obstetra al abdomen de la mujer para monitorizar la frecuencia cardiaca fetal, como ya se señaló.
  2. Quienes cuidan de las mujeres en trabajo de parto se sienten cómodos con la posición dorsal porque es la posición en la que habitualmente reciben capacitación para atender los partos, incluyendo los partos vaginales asistidos y es la posición de referencia convencional para las descripciones de los libros de texto con respecto a los mecanismos del parto vaginal.

La posición de litotomía con las piernas de la mujer fijas en estribos se usa en muchas instituciones para los partos vaginales espontáneos y especialmente para los partos vaginales asistidos. El uso de estribos puede combinarse con una inclinación pélvica lateral y una posición semisupina, con la madre sentada en aproximadamente 45 grados, para reducir la compresión aortocava.

  • La posición en decúbito lateral también se usa para los partos espontáneos y asistidos, con la ventaja de que evita la compresión de la aorta o la vena cava inferior por parte del útero.
  • Las mujeres también pueden asumir las posiciones de rodillas en el período expulsivo del trabajo de parto.
  • Estas pueden variar desde la posición arrodillada vertical a la posición de «cuatro puntos», con la pelvis y los hombros al mismo nivel.

Odent en Pithiviers, Francia, promovió en los años ochenta del pasado siglo una posición erguida apoyada, pero esta no se ha evaluado hasta el momento de manera sistemática. La posición de McRoberts, con los muslos hiperflexionados, se introdujo para resolver la distocia de hombros.5 Se ha demostrado un aumento en la fuerza expulsiva en el período expulsivo del trabajo de parto.

  1. Se ha ensayado el parto en una silla de parto, pero la mayoría de estos estudios han incluido pequeños tamaños de muestra.
  2. Hay datos contradictorios con respecto a las posibles ventajas y desventajas de usar una silla de parto para este evento.6 Además de los estudios de Engelmann 7 -quien observó que las mujeres primitivas alcanzaban diferentes posiciones erectas, mediante el uso de palos, hamacas con cabestrillo, muebles, suspensión con cuerdas o con prendas de vestir anudadas, en posición de rodillas, de cuclillas, sentadas, semisentadas, usando ladrillos, piedras, pilas de arena o bancos de partos-, y que hace una descripción pormenorizada con más de 30 posiciones para parir, la clasificación de las principales posturas básicas 8 pueden resumirse de la siguiente forma (cuadro 1 ).

A estas posiciones se le han resaltado sus ventajas 8 que pueden verse a continuación ( cuadro 2 ): Cuadro 2. Principales ventajas de las distintas posturas

Posición Ventajas
Decúbito supino Menor riesgo de pérdida de sangre intraparto y hemorragias posparto. Más cómoda para el obstetra.
De pie Mayor eficacia de las contracciones uterinas. Mejor oxigenación fetal. Menor necesidad de analgesia y oxitocina. Menor tasa de episiotomías.
Decúbito lateral Disminuye las laceraciones del periné, por un mejor control de la cabeza fetal durante el nacimiento y la mayor relajación de la musculatura perineal.
Sedestación Mejora la eficacia y dirección de las contracciones uterinas. Alivia el dolor de la parte baja de la espalda.
Cuadrupedia Menos trauma perineal ya que la gravedad aleja la presión del periné y al mismo tiempo favorece el descenso fetal. La elasticidad perineal es mayor en esta postura.
Cuclillas Diámetros pélvicos aumentados. Necesaria menor estimulación por oxitocina y menos partos instrumentales. Disminuyen las laceraciones perineales (si hay un buen apoyo del suelo pélvico).

También se ha hecho énfasis en las ventajas de algunas posiciones para el período expulsivo 8 ( cuadro 3 ): Cuadro 3, Posición ginecológica. Posturas facilitantes

Fase: período expulsivo Postura La pelvis El feto
1ra. parte: encajamiento Flexión máxima caderas. Separación y rotación externa de caderas (se juntan los isquiones, se abren los iliacos). Flexión tronco y cuello 20-30º. Retroversión pélvica. Aplanamiento lumbo-pélvico. Contranutación sacro. Se abre estrecho superior. Finalizada la dilatación comienza el descenso por la excavación pélvica.
2da. parte: descenso Flexión caderas unos 90º. Separación y rotación interna de caderas (se separan los isquiones). Más incorporada. Pelvis libre. Inicio nutación sacro. Separación isquiones. Contacto con el suelo pélvico (rotará cabeza). El feto inicia la rotación cefálica guiado por la musculatura del suelo pélvico.
3ra. parte: desprendimiento Flexión caderas unos 90º. Separación y rotación interna de caderas. Más incorporada. Pelvis libre. Isquiones separados. Nutación sacro. Retropulsión coxis. Se abre estrecho inferior. Feto orientado hacia el hiato urogenital (periné anterior).

Además de las posiciones en las diferentes etapas del trabajo de parto y el parto, las experiencias de Caldeyro-Barcia 9 en el pasado siglo, no pueden obviarse, pues mostraron que el caminar durante el período de dilatación mejoraba la calidad de las contracciones, acortaba la duración del trabajo de parto y podía hacer más tolerable el dolor.

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Factores que intervienen en la posición del parto Los factores que influyen en la posición que adoptan las mujeres durante el parto son numerosos y complejos.4 Es difícil identificar la conducta «instintiva» propia de la mujer, porque está fuertemente influida por las normas establecidas de cada lugar, de cada país.

Para las sociedades en las que la mayoría de los nacimientos ocurren en un medio hospitalario en la actualidad, las normas han estado moldeadas con el correr de los años por las expectativas y las exigencias de los avances y criterios médicos, así como también por las características dadas por diversos procedimientos como la monitorización fetal, el tratamiento intravenoso en caso de ser necesario, la analgesia (incluida la analgesia regional), los exámenes y los procedimientos periódicos que se realizan, entre otros aspectos.

También hay que considerar que durante el período expulsivo del trabajo de parto, prácticas como el apoyo perineal y la asistencia al nacimiento durante el parto «espontáneo» han influido en las opciones para las posiciones asumidas por las mujeres.4 Las opciones para el parto instrumentado también han tenido su influencia.

Las escasas referencias que a través de la antropología u otras fuentes se han podido recoger, colocan a la mujer en posición vertical a la hora de parir. En Egipto parece ser que el parto ocurría de rodillas o con las mujeres sentadas en sillas especiales.

En la época de Hipócrates de Grecia existían sillas de parto con asiento abierto y respaldo inclinado. En el Imperio Romano la mujer paría sentada en un sillón obstétrico.8 Cuando Cristóbal Colón llegó a América tuvo ocasión de entrar en contacto con las culturas precolombinas, donde la posición vertical para parir seguía siendo la dominante, bien fuera en cuclillas, arrodillada o sentada.8 En los siglos XIII, XIV y XV en Europa no hay grandes cambios, y las referencias bibliográficas se refieren a sillas de partos.8 En el siglo XVII se produjo la muerte de María de Médicis durante el parto y como consecuencia la partera real francesa fue sustituida por Julien Clement, primer cirujano partero de la historia, quien introdujo la posición horizontal para beneficio del obstetra.

En el siglo XVIII el parto en posición vertical es aquel en el cual el torso de la mujer y su canal pelviano oscilan dentro de un ángulo de 45º a 90º con relación al plano horizontal y está definida sobre el apoyo en los glúteos, pies o rodillas.10 Las diferentes posiciones verticales (que involucran la gravedad), pueden ser: – Sentada (pueden utilizar silla o banqueta obstétrica).

Semidecúbito (tronco inclinado hacia atrás 45º con respecto a la vertical). – De rodillas. – En cuclillas (sin ayuda o usando barras de cuclillas). – Acuclillada (con la ayuda de preferencia de un cojín de parto). – Parada (sostenida de otra persona o de un implemento: barra, rama, hamaca, cuerda, etcétera).

Se han señalado numerosas ventajas fisiológicas para la posición vertical durante el trabajo de parto y el parto, 10 las que resumiremos a continuación: – Efectos respiratorios: el peso del útero, bebé, placenta, líquido amniótico y sangre, ayudan a que el útero descienda y no ejerza presión sobre los pulmones, lo que aumenta la relajación, la capacidad respiratoria y la oxigenación de la madre y el bebé.

– Efectos mecánicos: la fuerza de gravedad favorece el acomodo, encajamiento y descenso del feto a través de los diferentes espacios y cavidades del canal del parto, con menor uso de oxitocina y menor riesgo de alteraciones de los latidos cardíacos fetales y así se disminuye la duración del trabajo de parto.

Por otra parte, el útero de la gestante, al no comprimir los grandes vasos, no ocasiona alteraciones en la circulación materna y placentaria sin afectar la oxigenación del feto (Efecto Poseiro). – Existe un mejor equilibrio ácido-base fetal. – La terminación espontánea es más frecuente y se reduce la necesidad de episiotomías y desgarros. Asimismo, existen ilustraciones de diferentes épocas que muestran el diseño de sillas para el parto en posición sentada y, específicamente, en la edad media se vio florecer la fabricación de sillas para el parto en posición vertical.10,11 Del mismo modo, en el Perú antiguo, esta intención se evidencia en la cerámica de la cultura Moche.10 Pero aún hay más testimonios al respecto.

Los egipcios de épocas remotas tenían curiosas maneras de tratar los asuntos relacionados con el embarazo y el parto. No solamente se tenía en cuenta la posición durante el parto, sino también otros aspectos más disímiles, tales como el cabello. En efecto, las mujeres que parían en Egipto tenían por costumbre no anudar ni recoger los cabellos de ninguna forma, pues se pensaba que esas ataduras podrían dificultar el parto y su satisfactoria evolución.12 Christian Jacq, en su libro «Las egipcias» comenta que la parturienta debía de estar desnuda con el pelo suelto, pues debía de estar libre de cualquier nudo que complicara el parto.

En las representaciones antiguas de partos se ve en el momento del nacimiento a la madre con el pelo suelto.12 En cualquier caso, resulta curiosa esta costumbre de las antiguas egipcias de no recogerse el pelo durante el parto para evitar complicaciones.

  • Seguro que algunas prácticas populares infundadas de este tipo se siguen manteniendo en algunos lugares del mundo y no siempre tan lejanos.
  • La diosa Tauret o Tueris cuyo nombre significa «Gran Hembra de la Tierra» o «Una Gran Mujer», era la diosa egipcia de la fertilidad.
  • La Grande» también era protectora de las embarazadas y diosa celeste, la «Misteriosa del horizonte», era la patrona y protectora de las mujeres embarazadas, el parto y el nacimiento, y su imagen era uno de los amuletos más usados para tener hijos al igual que los que representaban al dios enano Bes, la diosa Neith o Hathor.13 A esta diosa se le representa como una mujer con cabeza de hipopótamo, con grandes pechos (tradicional símbolo de fertilidad) y un vientre de embarazada.

Tenía las extremidades de un león y la cola de un cocodrilo. Su apariencia grotesca es probablemente debida a que se pretendía desviar o «asustar» así a los espíritus maliciosos y para otorgarle los poderes de animales tan peligrosos como el hipopótamo, el león, y el cocodrilo, para que ellos actuaran como la protección para las mujeres y sus descendientes.

  1. A menudo aparece junto a símbolos como un tocado con plumas o los cuernos y el disco solar.
  2. La diosa egipcia embarazada Tueris es una muestra más de la importancia que se le otorgaba en las antiguas civilizaciones a lo sobrenatural, en cualquier ámbito de la vida.
  3. El embarazo y el parto, que hoy día nos siguen pareciendo mágicos, no podían ser menos.13 La representación en piedra, del Templo de Hathor (Dendera) muestra una mujer pariendo en cuclillas, con la asistencia de dos diosas.

Ellas son Hathor y Taweret, que es una diosa egipcia que se representa embarazada, precisamente a la que se solían encomendar las embarazadas para que todo fuera bien, y le hacían ofrendas o la llevaban en amuletos.14 La diosa Hathor, por su parte, era guardián de las mujeres y la felicidad doméstica, se cree que también estaba presente de alguna manera en todos los partos.14 Existe otra imagen que representa el parto de Cleopatra, también en cuclillas, y es una réplica de este evento acaecido en el Antiguo Egipto alrededor de 46 antes de Cristo 14 y se refleja el carácter ceremonial y sagrado del nacimiento, rodeado de asistentes (una de ellas da pecho a un niño) y símbolos de la deidad.14 Como puede verse, en el Antiguo Egipto era habitual el parto en vertical o en cuclillas, como lo demuestran muchas imágenes, que no hacen sino recoger el modo «natural» en que parían la mayoría de las mujeres hace siglos en todo el mundo.14 En la esfera sexual de la mujer existía un claro y determinante submundo de magia, en la que confiaban para que les ayudara a superar las dificultades que la naturaleza ponía al parto.

  • Junto a la costumbre del peinado, el uso de amuletos y diferentes rituales era algo común y muy extendido.
  • Existían toda una gama de talismanes, exorcismos, ruegos y regalos a los templos, que forman parte de las relaciones entre la magia y la medicina, entre ciencia y superstición.15 Un amuleto muy empleado era el de la madre y el recién nacido durmiendo en la misma cama, lo que favorecería que la madre y el hijo pudieran dormir juntos.

De todas formas, a pesar de encomendarse al «más allá», los problemas a la hora del parto y la mortalidad en el mismo era bastante alta legado que desde entonces nos persigue y solo en ocasiones las acciones beneficiosas de diosas relacionadas con la fecundidad (Hathor, la diosa Neith o la diosa rana Heket) protegían a las mujeres que, desde el mismo momento del embarazo ya estaban, en muchos casos, condenadas a morir en el parto. A menudo la posición en cuclillas se denomina la posición más natural y con frecuencia las mujeres la utilizan si se les deja solas para elegir su propia posición para el parto.16 Sin embargo, la desventaja principal de la posición en cuclillas es que es posible que las mujeres occidentales no tengan el entrenamiento y la resistencia muscular para permanecer en esa posición durante un considerable período de tiempo y que puede aumentar el traumatismo perineal.16 Todo, antes de que se inventaran complejas camillas, aunque también es cierto que la cuestión de «acomodar» a la mujer mediante objetos variados dejó muestras en la zona europea y en otras partes del mundo de camas y mesas de partos en varias épocas.16 Las culturas andinas, mayas, aztecas, muestran que los gestos y actitudes de las diosas que paren en vertical son un reflejo de las prácticas y tradiciones de las mujeres respecto al parto, al tiempo que representan un arquetipo femenino creador de la vida y de la cultura.16 En Mesoamérica, los aztecas esculpieron una hermosa escultura de Tlazoltéotl (la diosa luna de la fértil tierra, patrona del erotismo, del parto y del destino) pariendo desnuda en cuclillas, las manos sobre sus nalgas y la boca abierta mostrando los dientes y gritando mientras emergía un bebé hacia abajo y mirando hacia adelante de entre sus piernas.

  1. Tlazoltéotl apoya sus pies sobre unos tacos de pocos centímetros elevando los talones para así estabilizar la postura ( Fig.2 ).
  2. Hay otra imagen, junto a la anterior, que corresponde a una Pachamama o «Mamá Pacha», «Madre Tierra», diosa de pueblos autóctonos andinos.
  3. La diosa aparece también pariendo en cuclillas, con la luna, el sol y las estrellas pintados sobre el rostro.16 El primer ingenio auxiliar para el parto fue un asiento bajo que funcionó como apoyo para las nalgas.

Después del banco, pedazo de madera o piedra, surgieron los más cómodos sillones obstétricos empleados, entre otros, por la nobleza del Antiguo Egipto, mientras que el pueblo continuó pariendo en la posición de rodillas, adoptada también por los esclavos hebreos.17 La necesidad de la silla entre la nobleza egipcia fue consecuencia de su modo de vida; mientras que las mujeres del pueblo estuvieron destinadas a largas caminatas, trabajando y transportando pesadas cargas, las gordas y bien alimentadas llevaron una vida sedentaria, confinadas a ambientes limitados dentro de sus palacios y harenes.

El exceso de peso y la falta de ejercicio les impidió mantenerse de rodillas, por lo que se les ofreció la opción más cómoda del sillón obstétrico.17 La máxima exageración tuvo lugar entre la nobleza francesa, a quien se le debe el establecimiento de la obstetricia moderna: la mujer acostada en cama elevada.17 Guillemeau en 1612 comenzó a sugerir el parto en decúbito dorsal y fue Francois Mariceau en 1668, obstetra y cirujano francés, el médico de la elegante nobleza parisina que, invitado a atenderlas, no vio mejor solución que permitirles seguir acostadas, aparentemente con la intención de aplicar el instrumento de moda en aquel entonces: el fórceps.3,4,7 Fue así como el parto en decúbito dorsal se puso de moda proporcionando status.

De Francia, amparado por los argumentos de Mariceau, conquistó las cortes europeas y luego se expandió por el mundo civilizado.10 Del mismo modo, las mujeres de la nobleza, generalmente muy subidas de peso por su sedentarismo y vestimenta atiborrada como ya se señaló, encontraron dicha posición cómoda para parir, debido a que no podían soportar estar en posición de cuclillas.

Así, los médicos encontraron una forma más fácil de asistir el parto, creándose mesas ginecológicas para el parto en posición horizontal y se instaló la costumbre de parir en posición echada en la cama `como la Reina.18-20 Pero, a la espera de nuevas investigaciones en este sentido, la Organización Mundial de la Salud, subraya la necesidad de que la mujer elija cómo quiere dar a luz, su posición más cómoda, y señala que el verdadero desafío de los profesionales de la salud es brindarles a las mujeres información imparcial en la cual basar las opciones de las posiciones para el parto y consejos sobre cómo prepararse para tener el parto en la posición elegida.

CONSIDERACIONES FINALES Como pudo verse en este breve recuento, mucho se ha cuestionado acerca de las ventajas y desventajas acerca de las diferentes posiciones en el momento del parto. En los últimos tiempos la posición imperante ha sido la de decúbito supino o litotomía, como ya se señaló.

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Sin embargo, desde que en 1882, Engelmann 7 estudió a mujeres que parían y observó que la mayoría evitaba la posición de decúbito supino y que no adoptaban una postura concreta, sino que iban cambiando tantas veces como necesitaban hasta adoptar la que les parecía más cómoda, se han realizado numerosos estudios de las ventajas y desventajas del parto en diferentes posiciones.

Las dudas acerca de la postura a la hora de parir empezaron a aparecer al observarse que en posturas en las que se aprovecha la fuerza de la gravedad los partos parecían ir más rápido y, sobre todo, que cuando la mujer podía decidir cómo ponerse su confianza como mujer y madre era mayor, se sentía más protagonista, más competente y el riesgo de depresión posparto era menor.

En otras palabras, la mujer se sentía más partícipe del proceso cuando podía elegir cómo parir y menos cuando debía adoptar posiciones con tan poca libertad como la mencionada de litotomía. La evidencia que se tiene con respecto a las posiciones para parir no es definitiva porque unas posiciones favorecen algunos aspectos a la vez que parecen empeorar otros.16 Las posiciones en las que la mujer está en vertical o pariendo de lado, en comparación con la posición de litotomía, están asociadas a una menor duración del parto, menor necesidad de asistencia, una tasa menor de episiotomías, menor dolor durante la segunda parte del parto y menos alteraciones en la frecuencia cardíaca del feto.

Sin embargo, estas posiciones se asocian a un mayor número de desgarros de segundo grado y a un mayor número de hemorragias posparto. Las posiciones en las que la mujer se apoya en sus manos y rodillas hacen que haya menos dolor lumbar y consiguen que las mujeres expliquen que es la posición más cómoda para parir, que es la que provoca menor dolor perineal tras el parto y que gracias a ella el parto ha sido más corto (aunque no hay diferencias reales en cuanto a duración).

  • Cuando la mujer recibe analgesia epidural se ha observado que los partos duran menos cuando adoptan posiciones verticales (incluidas las posiciones de pie, de rodillas, en cuclillas o sentada).
  • La posición sentada, que es la que se suele adoptar con una banqueta de parto (es una banqueta abierta para que las manos de quien asiste el parto puedan llegar al bebé) protege el perineo de desgarros y proporciona un mayor confort y una mayor autonomía de la madre.

Todas las posturas comentadas son buenas y válidas porque tienen sus beneficios, sin ser ninguna superior a otra de manera concluyente. Lo ideal es no quedarse con ninguna, sino aceptarlas todas como posibles candidatas y hacer uso de la que la mujer quiera en cada momento,

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Beneficios y riesgos de los partos en vertical. ¿Cuál es la posición más cómoda para parir?, Disponible en: http://www.bebesymas.com/parto/beneficios-y-riesgos-de-los-partos-en-vertical Recibido: 11 de octubre de 2011. Aprobado: 20 de octubre de 2011. Miguel Lugones Botell.

¿Qué duele más un parto o un cólico nefrítico?

Tribuna | ¿Parto o cólico? Hablaba hace unos días con una buena amiga, Ana, madre de cuatro hijos, que ha sufrido a lo largo de los últimos años un par de cólicos. Me comentaba que para ella es frecuente escuchar la pregunta: «¿Y qué duele más, un parto o un cólico?».

La respuesta es que el cólico es más doloroso, pero no solo porque el dolor puntual sea mayor o menor, que no es capaz de discernir: «Un parto sabes cómo viene, conoces las causas, tienes tiempo de prepararlo, aproximadamente sabes lo que dura la intervención y, con muchas probabilidades, el final será feliz.

El cólico, en cambio, llega sin avisar, cuando lo sufres no sabes lo que dura, y tampoco entiendes muy bien por qué se va el cálculo, ni si se puede repetir en unos días.». Evidentemente, y aunque algunos todavía dudan cómo llamarlo, si ayuda o rescate, no estamos viviendo en todo caso un parto, desgraciadamente, sino un cólico agudo.

Y estamos en mitad de la crisis, en medio del proceso, un lugar donde no entendemos casi nada, donde es fácil confundir causas con efectos, si bien lo peor es que la incertidumbre hace que nos sintamos peor: se mezcla el dolor corporal con el dolor mental, generado por una ansiedad que, seamos honestos, pocos son capaces de gestionar adecuadamente.

¿Y qué pasará cuando baje la fiebre? Pues nada, que seguiremos con nuestra vida habitual, poco o nada habremos aprendido. La crisis tiene su origen irrefutable en un error de cálculo, precisamente, ante la llegada casi ilimitada de capital exterior a tipos de interés negativos, que encontró una España encaramada en una pose de nueva rica y en la que se tomaron decisiones concretas por parte de personas concretas.

  • Sí es notorio que, solo observando, se comprueba que la característica común de estas decisiones coincide en una ausencia de valores, falta de principios, carencia de miras, olvido de la independencia y desprecio de la ética, acompañadas de una ambición ilimitada.
  • Nos hacen falta más filósofos en las empresas y en puestos de responsabilidad», decía Antonio Garrigues hace unos días.

Algunos ven fantasmas en la prensa extranjera y una confabulación judeomasónica contra España. Que si a los británicos les interesa que el euro caiga y España es solo el comienzo. Que si los americanos quieren tumbarnos porque es bueno para el dólar.

  • Que en realidad son los chinos los que nos conquistan.
  • En fin, quizás algo de esto puede haber, pero tendremos que reconocer que nos lo hemos ganado a pulso; la verdad, cuando hablo con la prensa extranjera, veo bastante sentido común y prudencia; de hecho, creo que algunos escriben poco para lo que se podría contar.

Conseguir que los focos nos enfoquen durante tanto tiempo no es fácil. Hay que esforzarse, de verdad, cuesta mucho. El tratamiento, desde mi punto de vista, podría ser sencillo: bastaría con reconocer con dosis de sincera humildad -que, por cierto, brilla hoy por su ausencia en nuestro país- que, en realidad, es la misma ambición, es la misma falta de ética y de valores que han estado aquí campando por sus respetos, con la que ahora otros están pagándonos, siendo nosotros los que sufrimos el cólico en nuestras carnes.

  • Nos vemos reflejados, sin querer reconocer que es nuestra imagen la que vemos en el espejo.
  • En definitiva, están especulando con nosotros, como aquí se hizo hace menos de una década con otros, y ahora nos duele.
  • Eso es todo.
  • Sí es verdad que hay quizás dos grandes diferencias, que se explican poco, en relación con la banca anglosajona, aunque, insisto, el hecho de que no sepamos comunicar no quiere decir que no hagamos cosas mal, son temas distintos.

Decía que en la banca anglosajona el nivel de provisiones es menor en relación con el de la banca española, por lo que a veces cuesta entender a quién queremos convencer incrementando de esta forma las mismas, cuando el que las juzga no las valora. En segundo lugar, creo que es erróneo -y caemos a menudo en esta trampa -llamar a los activos inmobiliarios activos tóxicos, en comparación con los activos tóxicos anglosajones.

Para ser claros, ambos son complicados de gestionar, pero unos son reales, hay ladrillos o suelo detrás, y en otros solo hay papel, un derivado, un conduit o un contrato que no tiene ninguna posibilidad de hacerse efectivo. No es lo mismo, no. En todo caso, a veces los españoles nos empeñamos en ser quijotes de nuestra propia historia, de nuestro presente y de nuestro futuro, cuando la realidad, incontestable, es que las cosas suelen ser más sencillas de lo que aparentan.

Solo hay que observar con detenimiento e interés. Dice Tom Burns que los problemas de imagen de un país suelen ir ligados a sus problemas de autoestima, que a los anglosajones les importa un pimiento lo que digan de ellos, pero que se regocijan y disfrutan del impacto que sus críticas tienen en España.

  1. Defienden, con criterio, que un país con una buena imagen de sí mismo, en principio, no debería tener nada que esconder y que hace falta mayor cultura de transparencia.
  2. Siendo esto así, la transparencia sin estructurar sirve de poco o nada.
  3. Y de esto, en España, nos faltan varias lecciones: tenemos que abrirnos más, publicar más en inglés, escuchar más a los inversores y responderles honestamente y de forma inequívoca.

y con humildad. Los activos españoles, de cualquier tipo, seguirán a la baja hasta que el mercado decida que tienen que dejar de hacerlo. Es un error cuestionar continuamente si las valoraciones son correctas o no, si hay que repetir una enésima vez los stress test, entre otras cosas porque son preguntas trampa, que puede reiterarse después de cada ejercicio de valoración.

La historia demuestra que en cuanto los pastos terminen de secarse, los inversores volverán -de hecho, la verdad, es que no se han llegado a ir- invertirán en España y volveremos a ser el país del milagro, saldremos en todas las portadas, nos elogiarán, nos darán de nuevo el agua, otra vez los pastos verdes, subirán los precios de los activos, y volveremos a empezar.

Y así, de cólico en cólico, porque no entendemos nada. Quizás el día en el que nos planteemos que un parto es algo mucho más natural, sensato y edificante para la sociedad, quizás ese día, en este país habremos madurado. Y ese parto, desde mi punto de vista, pasa por una nueva forma de entender la responsabilidad individual y colectiva.

¿Qué duele más la dilatación o el expulsivo?

Sale el bebé, qué gran alivio –

La cabeza de tu hijo saldrá lentamente, y luego el ginecólogo o la matrona tirarán de él con decisión, pero sin fuerza. A continuación saldrán los hombros y después el resto del tronco. A medida que la cabeza del bebé va saliendo, sentirás como un estiramiento y quemazón, pero en el momento del nacimiento se suele experimentar un gran alivio. Si notaste mucho dolor durante la dilatación quizás temas tanto que este dolor aumente durante el expulsivo, que llegues a perder el control. Por eso, lo mejor es dejarte guiar por las matronas y el ginecólogo que te irán indicando cómo tienes que respirar, cuándo empujar Actualmente con la anestesia epidural, estas contracciones no son dolorosas aunque, dependiendo el grado de anestesia, puede notarse cierta presión y sentir cómo sale el bebé por la vagina. Sin anestesia, el expulsivo suele ser un periodo doloroso, aunque no más que la dilatación. Para muchas mujeres supone incluso una liberación, especialmente si han estado muchas horas dilatando.

¿Quién es más resistente al dolor el hombre o la mujer?

Según un estudio de la Universidad de Málaga, el sexo no influye en la tolerancia al dolor.

¿Qué es más doloroso parto de niño o niña?

Un estudio desvela que dar a luz a niños es más doloroso Según científicos de la Universidad y el Hospital Clínico de San Cecilio de Granada, dar a luz niñas duele menos que dar a luz a un niño.